El sueño es un factor fundamental cuando hablamos de la formación de arrugas en la piel. Y es que no solamente debemos prestarle atención a la cantidad de horas que dormimos sino también a la posición en que lo hacemos.
En ese sentido, las arrugas del sueño son provocadas por una mala postura que muchas veces realizamos de forma habitual al acostarnos en la cama, sin saber el gran perjuicio que le genera a nuestra dermis.
Muchas veces hemos escuchado sobre la importancia de dormir bien y no en vano es uno de los mejores consejos para mejorar el estado de la piel. Y es que la calidad del sueño es tan importante como alimentarse de forma saludable, realizar ejercicios y realizarse una buena limpieza facial. Todos estos aspectos van de la mano cuando queremos lucir un rostro terso y lleno de vida cada mañana.
La piel necesita oxigenación y alimentación, la cual se la brindamos con tratamientos externos, pero también requiere regenerarse y ello lo conseguimos al dormir.
“La noche se convierte en un período de calma que no se debe descuidar. La escasez de sueño acelera el envejecimiento cutáneo en mujeres y hombres sin importar edad porque afecta su reparación, hecho que cobra más importancia al final del día” comenta Emanuel Lencina, trainer y makeup artist de Guerlain Argentina para Marie Claire.
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Es bastante frecuente dormir de forma horizontal, poner las manos hacia un costado o abrazar una almohada entre nuestros brazos y piernas. Sin embargo, ésta costumbre nocturna no es la más adecuada pues la presión que se ejerce sobre el rostro durante tantas horas trae como resultado nuevas arrugas en la cara, cuello y escote.
“La hipoxia (falta de oxígeno en la piel), que tiene su momento álgido a las 22:00 horas, le impide a la dermis regenerarse de forma óptima; este fenómeno, además, se agrava por la fuerza de la presión ejercida sobre la cara a causa de la posición horizontal al dormir. La compresión del rostro contra la almohada permite que la microcirculación cutánea se vuelva peor y el y el aporte de oxígeno inferior. Además, se genera el estancamiento de fluidos que provocan las hinchazones de la cara que se constatan al despertar”, explica el experto.
Ahora que ya sabes cómo se originan y entiendes un poco más sobre el proceso interno dentro de nuestra piel puedes aplicar estos consejos para evitar las arrugas del sueño.
De acuerdo a la doctora Purificación Espallargas, cirujana experta en tratamientos faciales, hay que tener mucho más cuidado, sobre todo, a partir de los 35 años pues es cuando disminuye el colágeno en la piel y por tanto estamos más sensibles ante estos cambios.
La primera opción será adecuar la postura. Lo más idóneo es dormir boca arriba, pues dormir hacia abajo también producto los mismos efectos que dormir de lado. Para acostumbrarnos a esta nueva posición podemos colocar algunas almohadas en cada lado para evitar que nuestra cabeza gire. Además, la especialista sugiere emplear sábanas y fundas de algodón para conservar el buen estado de la dermis.