No hace falta insistir en la importancia de la vitamina D para nuestro organismo (fortalece nuestros huesos, el sistema inmunológico, incide incluso en el funcionamiento cardiovascular...) y es, en estos días de confinamiento y de baja oposición solar, cuando nos preguntamos ¿y cómo afecta la ausencia de los rayos del sol a nuestra piel y cómo podemos paliarlo?
Es evidente que el aspecto de una piel sin los beneficios de los rayos solares es menos saludable, que el rostro que los recibe (eso sí, sabiamente, con protección, a las horas adecuadas y siempre haciéndolo de manera responsable). Para paliar ese aspecto entristecido, 'mustio', al que le falta vitalidad, tenemos productos a mano muchos tips de belleza que te pueden ayudar.
Proponemos unos trucos en casa para mejorar el aspecto de vuestra piel ahora que carecemos de nuestra principal fuente, el sol, o al menos, la mayoría, lo tenemos limitado al no tener jardín o amplias terrazas en las que recibir la vitamina D que tu piel también necesita.
Para combatir la falta de luminosidad e incrementar la renovación celular, (responsables de ese aspecto apagado), necesitamos estimular la microcirculación. ¿Cómo conseguimos activarla? Mediante masajes manuales (similares al conocido masaje Kobido en cabina de Carmen Navarro) pero que también podemos realizar en casa, utilizando dispositivos o gadget manuales como los rodillos de jade.
Unos sencillos ejercicios conseguirán estimular la zona de las mejillas y potenciar su aspecto saludable. Solo tienes que mantener la boca abierta frente al espejo, tensar el labio superior y con los dedos índices bajo las mejillas, presionar hacia arriba sin dejar de sonreír. Además de estimular la microciculación y mejorar su aspecto, estarás consiguiendo recuperar su posición original.
Potencia la luminosidad hidratando, y tratando la piel posteriormente con una mascarilla que recargue tu piel. Puedes conseguirlo con una crema que provoque la renovación celular y te aporte un aspecto luminoso y descansado.
Las que contienen ácido hialurónico y hamamelis además de reparar, calman y dan sensación de confort. Mejor si la aplicas en frío. También hidratan y aportan luminosidad las que contienen células madres vegetales ya que nos ayudan a sintetizar el colágeno dañado por la exposición solar y la manteca de karité por ser un regenerador que nutre e hidrata.
Puedes hacerte tu propia mascarilla en casa a base de pepino y perejil (ideal además para aquellas personas que tengan manchas y necesiten mitigarlas). El pepino nutre y el perejil se emplea de manera frecuente para combatir las manchas. Se tritura el pepino sin pelar y el perejil, y se añaden 5 cucharadas de aceite de germen de trigo. Se baten, se aplica sobre el rostro y se deja actuar entre 15 y 20 minutos y se retira con agua templada. El perejil es rico en vitaminas A, B1, B2, C y D, y el pepino en vitamina C, magnífico antioxidante.