Vas a las tiendas de belleza y encuentras una variedad de productos para el cabello, no estás segura de cuál elegir, pero al final terminas decidiendo por el que piensas que tiene mayores beneficios o el más económico; los pruebas y te das cuenta de que no actuaron como esperabas.
Por eso, debes de saber que el producto indicado está más allá de lo que se coloca en las etiquetas, y la respuesta está en conocer la porosidad de tu cabello.
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Se refiere a la capacidad del cabello de poder absorber y mantener la hidratación. Esta es diferente en cada persona, ya que cambia de acuerdo a la genética, de los productos que se usen y de los procedimientos químicos a los que has sometido a tu cabello.
Al saber cómo es la porosidad de tu cabello, podrás elegir el producto que realmente necesita y vas a conseguir resultados óptimos.
La baja, que es en donde la cutícula está cerrada y necesita productos que le den extra humectación.
La media, que es la cutícula normal y es en donde deja entrar correctamente la hidratación. Aquí se necesitan productos con proteínas e hidratantes.
La alta, que presenta una cutícula abierta donde los productos ingresan y salen de manera fácil; por lo cual, necesita ser sellada con productos con aceites y proteínas.
¡Es súper simple saber cuál es!, y lo puedes hacer desde tu casa. Solo tienes que tomar un pelo (en su estado natural) que se te haya caído y lavarlo con un shampoo detox para eliminar algún resto que varíe el resultado. Cuando ya no esté mojado, colócalo dentro de un vaso con agua.
Tienes que esperar 10 minutos aproximadamente y fijarte donde se situó el cabello. Si está flotando arriba, la porosidad es baja; si se encuentra en medio del agua, la porosidad es media; si está en el fondo, la porosidad es alta.
Ahora que ya conoces tu porosidad, podrás elegir el producto ideal para tu cabello.