Dejó en el clóset los ya conocidos vestidos ceñidos y llenos de brillos, los extravagantes looks de colores y las pelucas, esta vez Kim Kardashian se mostró mucho más sobria de lo que nos tiene acostumbradas.
Y es que el último jueves, la modelo visitó la Casa Blanca y tuvo una reunión junto a Donald Trump para conversar sobre una iniciativa de reforma penitenciaria. La ocasión ameritaba un outfit sobrio, elegante y sofisticado, para lo que Kim es una completa experta de la moda, así que en definitiva no iba a fallar.
La Kardashian armó un look sencillo, que estamos seguras, sorprendió a todos sus fans. Pues decidió llevar el clásico sastre, pero lo distinto fue el color que escogió, ya que este era de un tono verde azulado y unos stilettos completaban el look.
Para el maquillaje, Kim optó por un make up básico y sencillo, pero eso sí, no podía dejar de llevar el contouring para realzar su estilo. Su nuevo corte de cabello estilo bob liso fue lo que terminó por completar su look formal.
Con esta presentación y conversación, Kim Kardashian ha demostrado que, gracias a su influencia mediática, busca hacer mucho más que negocios o empresa, sino que desde su tribuna busca llevar un aporte a la sociedad. Incluso, en una entrevista a Vogue Usa, ha hecho público su deseo de convertirse en abogada.