Tener una ducha es la pieza número uno en nuestra rutina de limpieza al día, es súper importante tanto para nuestra salud, como para mantener una buena apariencia. Sin embargo, nos hemos puesto a pensar si, ¿realmente lo estamos haciendo de forma correcta? Por eso te mostramos algunas claves que deberías conocer para tener un mágico momento bajo el agua.
Siempre tenemos en mente que el tiempo de duración de una ducha debe ser de 5 minutos, esta limitación aparece por el cuidado del agua y el medio ambiente, sin embargo, si te duchas por 10 minutos, tu piel te lo agradecerá. Este sería el tiempo ideal pues, mientras más minutos pases bajo el agua tu piel se ablanda más y debilita el manto hidrolipídico por lo que tendrías una piel más seca y propensa a la irritación.
Aunque en invierno amemos el agua caliente, esto puede dañar tu piel secándola y dejándola sensible por la reducción de sus aceites humectantes naturales y alterar su PH. También, si te gustan las temperaturas muy altas puedes producirte quemaduras lo que te generará flacidez.
Puedes ser el que quieras, de acuerdo a lo que quieras lograr pues tomar una ducha por las mañanas te ayudará a recargar energías y despertarte, mientras que una ducha por las noches, te facilitará relajarte y dormir mejor.
Depende de tu tipo de piel, si eres de piel sensible es recomendable usar esponjas naturales; si es de tipo normal, usa una de doble cara; pero si tienes piel grasa usa un guante de crin. Siempre usa tus productos con delicadeza para poder cuidar tu piel.
Según especialistas el orden que debes llevar pata limpiar tu piel debe empezar por tus partes íntimas, siguiendo por las axilas, cuello, pies y terminando con el resto del cuerpo. Lo ideal y necesario es lograr con solo una jabonada y ducharte una vez al día.
Así que, si quieres hacer de tu ducha uno de tus momentos favoritos del día, revisa estas recomendaciones y aplícalas a tu rutina.