Desde niña, Javiera sentía atracción por los juegos y colores que tradicionalmente se asociaban a las niñas. A medida que fue creciendo, tuvo que enfrentar cada vez más la represión de sus padres y conocidos frente a lo que para ella era natural: sentirse mujer.
Más tarde y tras haber transformado su cuerpo, tuvo que sufrir también otras formas de discriminación, como cuando censuraron la película “Sin vagina me marginan”, de la cual es protagonista y que aborda la problemática trans. Ahora, debe afrontar que el Estado y otras instituciones le nieguen el derecho a que su identidad sea reconocida. Y si bien se van consiguiendo avances —ha logrado que la PUCP, donde se forma en artes escénicas, le permita llevar en su carnet el nombre que ella ha elegido— el camino por recorrer es largo aún.
Modelo destacada y actriz, Javiera está comprometida con la defensa de los derechos de las personas transgénero y esta es su historia.
¿En qué momento decidiste cambiar físicamente?
Sentí que debía cambiar físicamente cuando avanzaban los ciclos en la universidad y veía que la identidad que estaba construyendo no correspondía con como yo me sentía, y me fui sintiendo incomoda y me di cuenta que mi identidad era femenina y para estar feliz y estar plena debía también cambiar físicamente.
¿Cómo fue tu niñez?
en mi niñez en realidad yo era muy femenina era evidente mi fijación por los juegos por los colores femeninos pero hubo un momento en el cual iba creciendo y pues mi padre me decía no puedes hacer eso o mis tíos me decían no te comportes de esa manera, entonces fui reprimiendo esa identidad que naturalmente tenia desde que yo creo nací.
¿Cómo te animaste a ser modelo?
Empecé a ser modelo gracias a mi íntimo amigo Roberto que trabaja con modelos. Él me dijo que tenía potencial para modelar, que tenía que trabajar en mi seguridad, en mi imagen, sentirme cómoda en mi propia piel. Luego de uno meses me animó a participar en el concurso de modelos de Natalie Vértiz. “Model of the year”. Estaba asustada al comienzo porque no sabía si me iban a discriminar o no, pero cuando llegue me encontré con muchas mujeres altas con las que me sentí identificada también… no tuve mayor miedo, pasé el casting, quedé elegida. Eso me dio un incentivo para decir: “yo puedo hacer esto, seguir en esta carrera”.
¿Fue el mundo del modelaje un lugar donde podías expresarte libremente?
Para mí el mundo del modelaje es una ventana en la que puedo expresarme a cabalidad. En este espacio se celebra la diversidad corporal, no es tratada como algo negativo. Encontramos mujeres que tienen una apariencia a veces andrógina o muy altas, que son características que se relacionan mucho con mujeres trans. El modelaje es un espacio de expresión y de autoconocimiento, que me ha ayudado a forjar mi identidad con una seguridad que no tenía antes.
¿Qué pasó con la película que protagonizaste?
La película que protagonizo (“Sin vagina me marginan”) tuvo una fecha de estreno que fue censurada debido a un grupo de personas que alegaba que atentaba contra los derechos de la educación tradicional de sus hijos. Su presión logró hacer que la película no se estrenara en cines. Afortunadamente esta disponible en Internet y se puede ver en la plataforma indie.pe
¿Crees que en el Perú se suman las formas de discriminación?
Definitivamente hay que tener siempre en mente un enfoque interseccional cuando hablamos de la discriminación o cuando hablamos del acceso a derechos, porque no es lo mismo ser una mujer trans a ser una mujer trans afrodescendiente o indígena. Esta vivencia es diferente porque se entrecruza tanto la transfobia y el racismo.
Cuéntanos sobre la reforma de la Católica que permite a los estudiantes elegir el sexo en la Tarjeta de Identidad…
Afortunadamente en la Universidad Católica contamos con plan de estudios que respeta muchísimo la diversidad. Junto con profesores, alumnos y demás, logramos que se reconozca el derecho de las personas transgénero a ser reconocidas como las personas que son sin ningún tipo de discriminación por su diversidad de género, por ejemplo, con las tarjetas de identidad.
¿Cuáles son los obstáculos que sigues teniendo?
El principal obstáculo es que el Estado no reconoce mi identidad y no me permite gozar el derecho a la identidad que tienen las demás personas. No tengo un documento de identidad que represente quien eres. Esto hace difícil el acceso al trabajo, a la educación y que los trans quedemos expuestos a muchas vejaciones.
¿Cual es tu principal lucha?
Mi principal lucha en estos años ha sido visibilizar la problemática trans actualmente en el Perú debido a la carencia de leyes que nos representen y respeten nuestra identidad.
¿Cuál es el sueño que tienes pendiente?
El sueño que aún me falta cumplir es lograr que a través de mi trabajo, las chicas trans puedan empoderarse y tener la certeza de que no van a quedarse encasilladas en los estereotipos que la sociedad les pone, sino que pueden desarrollarse, estudiar y ser tan profesionales como cualquiera otra persona. Quisiera que las chicas trans dejen de estar tan marginadas socialmente.
¿Qué es para ti ser mujer?
Para mi ser mujer es resistir, es estar en una constante lucha por conseguir, por conquistar los derechos que históricamente se nos han vulnerado, para mi ser mujer es estar en la búsqueda de una igualdad que deberíamos tener todos como seres humanos.
¿Qué nuevos proyectos tienes?
Estoy comenzando ensayos en una nueva obra, estaré en teatro el 19 de marzo. También estamos trabajando en una segunda película con el mismo director. Aún no hay fecha de estreno.
¡Mira el video de Javiera Arnillas aquí!