Rodrigo González criticó duramente a Samahara Lobatón en la última edición de ‘Amor y fuego’. El popular ‘Peluchín’ lamentó que la hija de Melissa Klug venda perros a través de las redes sociales.
La indignación del conductor de espectáculos empezó cuando estuvo conversando con su compañera Gigi Mitre sobre Alondra García Miro y la posible separación de Paolo Guerrero.
Los presentadores de Willax TV hablaron sobre las mascotas del ‘Depredador’ y se acordaron de la retoña de Abel Lobatón.
MÁS INFORMACIÓN: Hija de Samahara Lobatón se roba suspiros con la tendencia más preciada para épocas frías
“Tipo Samahara: lo usan para después venderlos, la ‘sacachaira’ está vendiendo perros en el Instagram, ¿no? Sunat, atención, todavía que vende animales, me parece terrible eso de traficar con los animales, pero bueno”, indicó.
Rodrigo González continuó con su indignación contra la heredera de Melissa Klug. “Ahí en el Instagram te pone, ‘no, sí, la raza tal’, te cuenta toda la tarifa de los perros (...) ahora que se encuentra separada del Youna nuevamente, dicen que se han dejado de seguir mis rodriguistas”, declaró en ‘Amor y Fuego’.
En marzo de este año, Samahara, de 20 años, se pronunció sobre si le gustaría casarse y habló del tema, explicando por qué no piensa en casarse con el padre de su pequeña. “Yo ni me quiero casar, de verdad. Obvio, me agradaría que ella (Melissa Klug) fuera a mi boda (...) pero no me voy a casar, así que por las puras es”, comentó la hija de Abel Lobatón.
TE PUEDE INTERESAR: Rodrigo González: ¿quién es Salvatore, pareja de ‘Peluchin’, y cuál es su profesión?
Por otro lado, Youna abrió las cajas de preguntas en sus historias de Instagram y por ese medio un seguidor le consultó qué opina sobre el matrimonio. Es ahí que la pareja de Lobatón descartó la unión porque no es una cosa para tomarse en juego.
“El matrimonio es un sacramento, si bien existe el divorcio creo que debemos estar seguros que queremos a esa persona para el resto de nuestras vidas ‘hasta que le muerte los separe’ y no tomarlo como un juego”, fue la respuesta que dio el barbero.