Llega Halloween y a muchos padres de mascota, especialmente los que cuentan con engreídos pequeños, les encanta ver a sus peludos disfrazados. Sí, es una tendencia muy bonita, tierna y divertida; sin embargo te aconsejamos que utilices la indumentaria correcta para no incomodar a tu mascota.
Muchas veces nos hace mucha ilusión ver a nuestro perro o gato como una de esas mascotas adorables que protagonizan un video en Tik-Tok o en Instagram vistiendo un trajecito genial, pero no olvides tener en mente que debe ser un disfrazar en el que la mascota pueda moverse con libertad.
A continuación los médicos veterinarios de Gabrica nos dan algunos consejos muy útiles para sopesar si es viable disfrazar, o no, a tu mejor amigo.
Llega Halloween: ¿es aconsejable disfrazar a tu mascota?
Esta reflexión es muy sencilla: si tu perro o gato ya está habituado a usar ropa y le has comprado algo de indumentaria en invierno para que lo mantenga calentito, las posibilidades de que se adapte sin problemas a un disfraz para mascotas son totales.
Toma en consideración algo muy importante: no es lo mismo un suéter que le abrigue un poco en el invierno, que un disfraz lleno de elementos adicionales, que cuelgan y que posiblemente le causen molestias. Nuestro primer consejo es: si vas a disfrazar a tu perro o gato, ¡no te excedas!
En el mercado hay muchos disfraces para mascotas con motivos adorables y originales. Hallarás buenas opciones para perros o gatos, sin embargo, antes de invertir dinero en uno de ellos o de confeccionar un disfraz original en casa, reflexiona sobre estos consejos:
Las mascotas merecen respeto y esto hace parte de la tenencia responsable. Respetar a tu engreído no solo consiste en no lastimarlo, también en no ejercer contra él acciones que de algún modo atenten contra su bienestar e integridad y ridiculizarlo es una de ellas.
Así es. Si notas que tu perro o gato se siente incómodo cuando le colocas un disfraz para mascotas o cualquier otro tipo de ropa, retíralo de inmediato. Lo creas o no, los animalitos también tienen un modo de sentirse incómodos o acomplejados y esto los entristece y los frustra.
A propósito de la reflexión anterior, llega también este consejo. Puede que tú estés muy ilusionado con la idea de disfrazar a tu gato o a tu perro para Halloween, pero recuerda: no se trata solo de ti. Especialmente se trata de tu engreído, que es quien finalmente está vistiendo el disfraz. Si notas que lo rechaza, ¡no insistas y déjalo libre!