La mayoría de los dueños de perros y algunos veterinarios no entienden el peligro de un can expuesto a garrapatas infectadas con Lyme o ehrlichia, ya que que estas enfermedades al inicio no desarrollan síntomas.
Por ello, debes acudir a un especialista de la salud de perros para que le realicen a tu amigo de cuatro patas un análisis de sangre, la pruebas conocida como accuplex4. La mascota debe estar bajo supervisión para detectar cualquier alerta de perdida de apetito, letargo, cambios en la forma de andar, fiebre. Estos son los síntomas de una posible enfermedad transmitido por estos parásitos. Toma nota de los tips que nos brinda el portal Healthy pets.
En cualquier estación del año evita las áreas infestadas de ácaros. Supervisa los lugares donde tu engreído transite; por ejemplo, evita que tu can camine por basureros o se junte con perros contagiados.
Si vives en una lugar donde la enfermedad de Lyme es habitual o sin darte cuenta terminas en un área infestada por garrapatas, revisa el cuerpo de tu perro dos veces al día en busca de esos pequeños animales. Sobre todo, revisa las patas, la cola y las orejas para evitar que tu perro tenga una infestación.
Existen preventivos naturales contra los ácaros. Si vives en una zona roja de ácaros, consulta al especialista por el mejor repelente químico. Es importante que cualquier medicamento que se le aplique al can sea bajo la administración de un veterinario.
Las garrapatas y otros parásitos prefieren perros endebles. Crea un sistema inmunológico fuerte y resistente en tu perro por medio de una alimentación balanceada. Puedes añadir a su dieta comida casera.
Hazlo de 3 a 4 semanas después de quitarle una garrapata, y no antes de las 3 semanas.
Wapa, ten en cuenta que esperar hasta que tu perro presente síntomas no es el método más práctico. Recuerda que las enfermedades transmitidas por parásitos son mucho más difíciles de tratar una vez que el animal peludo está enfermo. ¡La prevención siempre es mejor!