Las mascotas se han convertido en miembros más de nuestra familia. El amor que sentimos hacia nuestros perros y gatos es realmente incomparable. Por ello, es importante cuidarlos todos los días, para que no vaya a ocurrir un accidente o una pérdida.
Cuando un perro se pierde, sus dueños se desesperan y comienzan a buscarlos como locos. Sin embargo, en algunas ocasiones, los canes pueden sorprendernos al regresar solos a su propia casa.
En un artículo publicado en el portal de New York Times explican que los perros son conocidos por su increíble capacidad de rastrear a sus amos y hasta su hogar. Especialistas en Conducta Animal atribuyen este comportamiento al sentido hipersensible del olfato.
En ese sentido, si el perro no está demasiado lejos de su casa, la distancia estará llena de referencias olorosas.
Según explican los expertos, los perros son realizadores de mapas de sitios odoríferos, al igual que un jardín fertilizado o una tienda de alimentos, incluso son capaces de percibir algo solo con un poco de aroma de su amo en el aire o en el piso.
Los canes logran percibir el olor de los seres humanos que conviven con ellos. Un estudio científico usó diferentes imágenes por resonancia magnética para poder investigar la actividad del núcleo caudado de los perros, una zona cerebral que se asocia con las expectativas de su recompensa.
Perros de diferentes razas fueron expuestos a su propio olor, al de un perro que conocen, al de un can extraño, al de un humano desconocido y al de una persona conocida. El aroma de la persona que ellos conocen, logró la activación más fuerte de todas.
Otras de las razones por las que estos animales se ubican serían por la sensibilidad que tienen para detectar las diferencias en la orientación magnética.
Una investigación con muchos perros logró descubrir que los perros preferían hacer sus necesidades (defecar) con su cuerpito orientado de norte a sur, comportamiento que desaparecía cuando se altera un campo magnético.