La harina de almendras, como su nombre indica, está elaborada a base de este fruto seco, que tiene un sabor delicado y ligeramente dulce, además, contiene múltiples propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo. En los últimos años, ha tomado mayor protagonismo en la alimentación saludable, convirtiéndose en una excelente alternativa para las personas celíacas o intolerantes al gluten.
Las personas que muestran intolerancia al trigo no pueden comer alimentos con gluten. Cuando lo hacen, su cuerpo produce una respuesta autoinmune para eliminarlo del cuerpo. Esta respuesta además de producir daños en el revestimiento del intestino puede causar síntomas como hinchazón, diarrea, pérdida de peso, erupciones cutáneas y cansancio. Afortunadamente, la harina de almendra no contiene trigo ni gluten, por lo que es una excelente alternativa para quienes no toleran el trigo o el gluten.
Según Mariana Hidalgo, nutricionista de nut&me, las harinas blancas refinadas que se usan comúnmente en productos horneados y panes carecen de muchos nutrientes importantes, como fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. No solo carecen de estos nutrientes, sino que además hay estudios que señalan que este tipo de alimentos procesados están asociados con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas y la diabetes de tipo 2.
Esta harina contiene mayor cantidad de fibra que la de trigo o cualquier otro tipo de harina blanca, además de grasas saludables. Esto gracias a que la mayor parte de la grasa que contiene es monoinsaturada, convirtiéndola en una aliada para el corazón y el colesterol “bueno”.
Es así como los beneficios de esta harina son muchos, gracias a las propiedades de las almendras; funciona bastante bien para reducir la cantidad de azúcar en la sangre, mejorar el metabolismo y brindar energía para todo el día, gracias a su alto contenido de vitamina B2 (riboflavina). “La riboflavina en las almendras desempeña un papel esencial en la producción de energía, la creación de glóbulos rojos, la función celular, el crecimiento y el desarrollo”, comenta la especialista de nut&me.
La harina de almendras está compuesta de almendras cien por ciento blanqueadas y molidas. El proceso de blanqueo elimina la piel del fruto y luego se muelen para crear un polvo fino. Cuando sustituyes una harina por otra, debes tener en cuenta cómo varía el comportamiento de los ingredientes.
En la harina de trigo, el gluten actúa como un aglutinante en la masa y hace que sea más fácil de tratar. Con la harina de almendra, la masa se pega menos y puede ser un poco más difícil de manejar.
Por otro lado, esta harina tiene un alto contenido de fibra que hace que absorba más líquido (hasta dos veces más que otros tipos de harina), por eso, en recetas sin levadura, podemos, o bien, emplear un 100% de harina de almendras y aumentar el líquido ya que esta harina adsorbe hasta dos veces más líquido, o reducir a la mitad la cantidad de harina.
¡Bizcocho saludable y fácil vale por dos! Te animamos a que pruebes esta deliciosa receta que la puedes tomar en cualquier momento del día.
Elaboración:
Más información: https://www.nutandme.com/blog/recetas/bizcocho-de-almendra-saludable/