Disfrutar de una copa de vino es el inicio de una experiencia que involucra la intervención de todos los sentidos. Sin embargo, aprender a reconocer si estamos tomando un buen vino, requiere de algunos conocimientos que te permitirán tomar mejores elecciones al escoger esta bebida sin ser un experto y ponerlo en práctica con la familia en casa, será una experiencia mucho más divertida.
"Para aprender a reconocer un buen vino es importante empezar por integrar tres elementos claves: la fase visual, olfativa y gustativa", indica Giovanni Bisso, sommelier profesional y embajador de marca del Grupo Tabernero, quien nos indica que el color de esta bebida puede indicarnos la edad de esta.
Giovanni sugiere ponerlo en práctica en casa de preferencia un día de fin de semana alrededor del mediodía, en un ambiente con mucha luz natural, así estarás relajado, con mayor tiempo para disfrutar y sobre todo con todos los sentidos frescos para disfrutar de esta experiencia en familia. Durante fechas especiales sería perfecto para ponerlo en práctica y así compartir esta deliciosa aventura.
Si se trata de vinos jóvenes, podremos observar colores más violáceos y púrpuras, en el caso de los más maduros, su tonalidad se inclinará hacia el rojo o el granate, mientras que, si este es viejo, se notará con un color naranja o ladrillo. En caso de que el vino tenga una coloración marrón, significa que no está en condiciones deberlo debido que ya pasó su fecha de expiración. En el caso de un vino Gran Reserva como el Black Carmenére de Misiones de Rengo, presenta un intenso color rubí profundo y el Cabernet Sauvignon, un color rubí con reflejos violetas.
En este caso, el Sommelier indica que debemos identificar aromas frutales o florales e incluso a especias, en especial si se trata de vinos maduros. Es común toparse con fragancias que evocan la permanencia del vino en las barricas, así como olores a chocolate, tabaco y vainilla. E
Por ejemplo, con el Gran Reserva Black Carmenére de Misiones de Rengo, encontrarás notas vegetales, frutas maduras como la ciruela, la mora y la ciruela negra y rápidamente aparecerán notas a violeta. Clave en la complejidad de estos vinos son las notas especiadas, como el eneldo, clave de olor, pimienta negra y vainilla.
Una de las señales que nos alertan sobre el estado de un vino es si percibimos que el corcho tiene signos visibles de hongos, esté completamente húmedo o seco, además de percibir aromas desagradables que no correspondan a los mencionados con anterioridad. En tal sentido, debemos evitar su consumo.
El vino contiene entre su fórmula una sustancia conocida como tanino, la cual se encarga de aportar características como el amargor o la astringencia característica de estos. Este componente es la columna vertebral de los tintos, si tomamos un vino joven, sentirás cómo raspa el paladar y a medida que este envejece, el mismo se convertirá en una elixir elegante, delicado y aterciopelado al contacto con las papilas gustativas como el Gran Reserva Black Cabernet Sauvignon de Misiones de Rengo, redondo, suave, fruta negra presente como mora, grosella negra y ciruela, equilibrado y de buena longitud.
Si se trata de determinar cuándo estamos ante un vino de calidad, esto se puede hacer tomando en cuenta la edad de este. Uno de calidad puede tener una vida de hasta 20 a 30 años.
Un vino de estructura media y taninos suaves se recomienda de preferencia maridar con quesos maduros, carnes rojas y risottos.
Se recomienda maridar con pastas, cordero y pescados grasos como el atún y salmón.
Por otro lado, Giovanni comparte "con respecto a los maridajes del vino, los tintos pueden ser acompañados de unos ravioles, evitando las verduras frescas o el tomate. Mientras que el vino blanco es un buen acompañante para el infaltable ceviche y en su versión dulce para los postres, así como el espumante".
Y sin dejar a un lado la temperatura en la que deben ser degustados, esta puede variar de acuerdo con su tipo. Para los tintos se recomienda estén entre los 14 a 18 grados y de 6 a 10 para los vinos blancos y los rosados.