Sancochar huevos es todo un arte. Puede parecer quizá la acción más sencilla de la gastronomía, sin embargo, este alimento es un gran misterio para muchos. ¿Por qué?
Para empezar, debido a la cáscara protectora del huevo, es difícil identificar a simple vista si se encuentran en buen estado. Si deseas aprender a distinguir huevos frescos de podridos ingresa aquí.
En segundo lugar, existen muchos comensales que desean comer la yema bien cocida mientras que otros la prefieren semi cocida o casi "cruda". Para hacerlo, hay que manejar tiempos precisos y niveles de calor. ¡Pura ciencia! Si deseas aprender a cocinar un huevo ingresa aquí.
Sin embargo, la tarea todavía no termina aquí. Por poner un ejemplo, si una familia de cuatro come dos huevos sancochados por integrante a la hora del desayuno, tendríamos que pelar ocho huevos lo que supone una tarea que podría complicarse más si cada uno desea un término de cocción diferente.
Ante esta situación -bastante cotidiana- existe un secreto que muchas abuelas comparten, ya que, no es para nada agradable ver desmoronarse las claras o tener que raspar las cáscaras para completar nuestro alimento.
La próxima vez que pongas a sancochar huevos, agrega a la olla una parte de bicarbonato de sodio. Este insumo permitirá que al momento de pelar las cáscaras no sufras tanto y además, obtengas el alimento entero. ¡Perfecto!
Y tú, Wapa, ¿cuál es tu secreto?
Mira este vídeo y aprende a preparar esta deliciosa receta a base de huevo.