Una idea fácil, bonita y barata para guardar o regalar cosas con estilo. Un empaque sirve para proteger lo que guarda o almacena, para transportar algo y para mostrar una imagen o un detalle o un concepto cuando lo regalamos.
Este empaque puede ser solo una caja sin ninguna característica común, pero también puede tenerla y ser personalizado. En este caso, el empaque que haremos tendrá un estilo nórdico que se caracteriza por tener una base de blanco y negro como colores principales y algunos toques de color especiales.
Si usamos cartón o papel kraft como base neutra podemos emplear este material y los demás colores vendrán como contraste además del blanco y negro. también agregaremos un toque especial con las plumas en cartulina para darle consistencia al diseño del empaque y variar el material.
Sigue los pasos para hacer estos geniales empaques prácticos y originales.
Cajas regalos o paquetes que quieras decorar
Cartulinas en tonos grises y rosas
Tijeras
Perforadora
Retales de tela, cintas, cuerdas, etc.
Recorta las plumas en forma ovalada y después haz pequeños cortes en los laterales para conseguir que parezcan más reales. Puedes hacer plumas de diferentes colores o incluso puedes forrar una de las cartulinas con washi tape para decorar las plumas.
Con la perforadora haz pequeños agujeros en la parte superior para poder pasar hilos o cuerdas.
Como en el caso de la pluma blanca, también podemos marcar las líneas interiores con la ayuda de un lápiz sin punta o un plegador de papel puntiagudo.
Elige qué plumas irán con cada paquete y agrupa varias de diferentes colores para crear un efecto visual original. Prueba con telas, cintas y lo que tengas para decorar.
Decora el resto de la caja con retales de tela, cintas, con la ayuda de washi tape, etc. Siempre combina materiales prestando atención a la combinación de colores y su consistencia.
¡Listo! Ya tienes tu paquete decorado al estilo nórdico con un toque original y tuyo.
Recuerda que en este tipo de diseño y como regla general ten en cuenta el “menos es más”. Piensa qué de extra le estás poniendo a la decoración y ve si realmente hacen falta. ¡DIY!