Dentro de la cultura china existe el ying y yang como dos energías opuestas que se complementan. Asimismo, esta está representado en todo, ya sea, elementos de la naturaleza o seres humanos.
El yin representa la armonía y tranquilidad, por otro lado, el yang es lo completamente opuesto. A la unión de estas dos energías se le llama "Tao" que significa "camino", según las creencias chinas.
Los principios señalan que el ying está relacionado con el género femenino como la tierra, maternidad y el yang; masculino que estaría atribuida al sol o la luz.
Consideran que estas energías se encuentran en la función y acción de todos, por ejemplo; la respiración en el cual la inhalación es la acción activa y la exhalación es el momento tranquilo y relajado representando el "yin".
Esta idea se basa en el principio de polaridad en el cual el ying es el lado negativo y yang el punto positivo, en el cual ambas se atraen entre sí debido a su carga energética.
Muchos fenómenos se rigen bajo esta explicación, por ejemplo; los latidos de nuestro corazón cuando está en situación activa y luego pasiva así como cuando parpadeamos; cerramos y abrimos los ojos.
En otras palabras, todo movimiento, avance o aceleración se refleja en el yang y el momento en el paramos o descansamos lo relacionamos con el ying.