Un tercio de la comida lista para ser consumida en el mundo termina en la basura y para acabar con este despilfarro y sus consecuencias medioambientales, la aplicación Too Good to Go pone en contacto a restaurantes, pastelerías o fruterías con comensales para un beneficio común.
Este instrumento creado en 2016 por la emprendedora danesa Mette Lykke funciona ya en Madrid, Barcelona y Bilbao y el objetivo para este año es
"Llevarlo a gran parte del mercado nacional antes de cerrar 2019", con el reto de evitar que acaben en el vertedero 6.000 paquetes de comida y 1.200 toneladas de CO2 "derivadas del desperdicio de comida sólo en España", explica en una entrevista con Efe su responsable en nuestro país, Oriol Reull.
Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores AECOC, donde más comida se tira es en los hogares (42 %) -cada español derrocha 26 kilos de comida y bebida al año, según el último informe del consumo de alimentación-, seguidos del proceso de producción (39 %), la hostelería (14 %) y la distribución (5 %).
Con la intención de frenar este despilfarro, esta aplicación gratuita pone en contacto a "cualquier tipo de establecimiento con excedentes en buen estado", como restaurantes, hoteles, pastelerías, fruterías o pescaderías, con usuarios que los compran por debajo del precio habitual.
A Reull, que presentará esta 'app' en la cumbre gastronómica Madrid Fusión, le gustaría ampliar el campo de los hoteles y otros establecimientos donde buena parte del bufé libre acaba en el contenedor de residuos, ha comenzado un proyecto piloto con supermercados que le mantiene "esperanzado" y no descarta acudir al agricultor al rescate de frutas y hortalizas tan 'feas' como frescas.
Sushi que no se puede servir mañana, menús del día condenados antes de llegar a la bandeja, una bandeja de pasteles que nadie escogió de la vitrina o una caja de manzanas que no volverá al anaquel pueden servir a comensales, que sólo deben buscar los establecimientos más cercanos y comprar las bolsas con comida.
"No es como pedir comida a domicilio, el contenido de la bolsa es una sorpresa para el usuario porque el local no sabe hasta el final de su jornada cuál será su excedente; se le recomienda llevar su propio envoltorio y táperes de cristal o reutilizables" especifica Reull, "aunque por si acaso distribuyen un empaquetado cien por cien compostable y hecho con residuos alimenticios".
Una muy buena noticia, ¿verdad wapa?
(Con información de EFE)