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14 Nov 2018 | 18:38 h

Cinco tips para comprar productos orgánicos en el Perú

Un especialista nos da algunos consejos útiles para reconocer si los productos que adquirimos son orgánicos.

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    En los últimos años, la tendencia orgánica ha venido creciendo en el mundo entero y el Perú no es ajeno a ello. Cierto nicho de la población consume productos orgánicos, incluso tenemos tiendas especializadas.

    Pero, ¿son realmente orgánicos los vegetales, hortalizas, frutas y algunos productos procesados que se encuentran a la venta? Las ferias orgánicas de los domingos, ¿realmente venden productos orgánicos?

    Muchos de nosotros confundimos el término “orgánico”, es por ello que Giuliano Valdivia, docente del Programa Especializado de Actualización Profesional en Gestión Agroindustrial de la Universidad de Piura, nos brinda estos cinco consejos útiles para reconocer si realmente son orgánicos los productos que adquirimos:

    1. Todo producto orgánico debe tener un sello que diga que es orgánico en la etiqueta.

    Este sello es proporcionado por una agencia certificadora la cual ha sido autorizada por Senasa, para poder auditar y velar que el proceso productivo del campo ha cumplido con la normativa orgánica descrita en la norma peruana.

    Si el producto no tiene sello, nada nos asegura que el producto ha sido cultivado bajo la normativa orgánica.

    2. Los productos hidropónicos no son productos orgánicos. Los productos hidropónicos, si bien es cierto son limpios, las formulaciones A y B que se aplican al agua contienen fertilizantes sintéticos, por lo que el producto deja de ser orgánico.

    3. Los productos deformes no son productos orgánicos. Los comerciantes atribuyen a que como no pueden aplicar fertilizante ni pesticidas al cultivo este crece con deformaciones y por ello salen así a la venta.

    La agricultura orgánica consta en conseguir nutrientes de forma orgánica para que el cultivo se pueda dar, existen fertilizantes orgánicos y en todo el mundo el producto en calidad y tamaño es el mismo que el convencional.

    Además, muchos comerciantes compran en Santa Anita productos deformes que son descartes para hacerlos pasar como orgánicos en las ferias dominicales.

    4. Los productos procesados como mermeladas o jaleas deben certificar el proceso como orgánico, es decir, no basta con que los ingredientes sean orgánicos, sino el proceso debe ser orgánico.

    La mayoría de productos que se venden, además de no tener sello, afirman ser artesanales. Ojo, “artesanal” no es igual a orgánico. Si nos fijamos, ni siquiera tienen registro sanitario para poder ser vendidos, por ello solo se venden en estas ferias.

    5. En supermercados, encontramos productos importados con sello orgánico. Podemos afirmar que estos sí han cumplido con la normativa, pero el precio es excesivamente caro. El que quiere celeste que le cueste, parece ser la política del retail.