La primera semana de setiembre, nuestro país conmemora la Semana de la Educación Vial, fecha incentivada desde el 2015 por el Ministerio de Educación con el objetivo de promover medidas de prevención contra los accidentes de tránsito. La conmemoración invita a los ciudadanos a ser verdaderos agentes de cambio en los hábitos de conducción y comportamiento vial, lo cual implica un respeto tácito entre conductores y peatones.
En esa línea, Ransa, creó un programa que tiene por objetivo generar una cultura de prevención de accidentes y de seguridad vial a nivel nacional, a través de la capacitación especializada y sensibilización a conductores, autoridades, entidades de soporte del sistema vial y alumnos de escuelas públicas cercanas a sus operaciones.
Desde esa fecha hasta la actualidad, el programa ha ejecutado charlas y cursos sobre manejo defensivo, fatiga en la conducción, transporte de materiales peligrosos y seguridad vial para capacitar a conductores propios y terceros, así como a personal de las entidades reguladoras y de soporte del tránsito. De igual forma, ha brindado talleres de prevención para niños y niñas de 9 a 12 años y docentes de instituciones educativas públicas.
Con estas acciones, la compañía ha logrado capacitar a más de 9 mil peruanos, entre autoridades (bomberos y policías), escolares, profesores y conductores de ciudades como Ancash, Apurímac, Arequipa, Cajamarca, Chimbote, Chiclayo, Cusco, Ica, La Libertad, Lima, Moquegua, Piura, Trujillo y El Callao.
Basados en esta experiencia, especialistas brindan seis (06) recomendaciones para ser un conductor más responsable en la seguridad vial:
Evite las distracciones. Al manejar, los sentidos del conductor deben estar concentrados en la ruta. Aunque algunas personas creen contar con una supuesta habilidad para dividir su atención y enviar mensajes por el celular mientras manejan, la ruta puede ser impredecible. Estar enfocado en el volante puede dar los valiosos segundos que podrían hacer falta para evitar eventualidades y riesgos. Ponga el celular en silencio, déjelo a un lado y disfrute del camino.
Tenga cuidado con la fatiga. Ya sea por el día a día o por mantener un periodo prolongado de conducción, el cansancio puede ser un factor de peligro. Algunos de los síntomas de la fatiga en la conducción son el bostezo constante, deterioro de la memoria, obviar las señales de tránsito o no mantener las distancias de seguimiento adecuadas con referencia al vehículo que está adelante, variar constantemente la velocidad del vehículo, estar irritable y/o no poder articular fácilmente las palabras. Si eso sucede, deténgase rápidamente y descanse en un lugar adecuado y seguro.
Si va a tomar, no maneje. El alcohol afecta las habilidades motoras y el sistema nervioso, lo que a su vez perturba el juicio, capacidad de reacción y la habilidad para tomar decisiones. Cuando vaya a disfrutar de una bebida con alcohol, recuerde dejar el auto en casa. Si la situación es casual, opte por llamar a un conductor de reemplazo o designe a un ‘conductor elegido de la noche’.
Respete los límites de velocidad. Todos hemos tenido prisa alguna vez o hemos deseado llegar lo antes posible a nuestro destino. Sin embargo, los límites de velocidad permiten una convivencia pacífica y segura, en especial en lugares con alto tránsito de personas. Está comprobado que acelerar solo genera un significativo ahorro de tiempo cuando se trata de viajes a distancias muy largas.
Establézcase normas de autorregulación. Existen estrategias de prevención de conducción que puede aplicar en su día a día para mejorar su desempeño. Una de ellas es la del ‘manejo defensivo’, la cual aconseja normas como asegurarse de tener una buena visión para ver peligros a 15 segundos de distancia, mantener una distancia prudencial entre autos, utilizar luces direccionales para comunicar intenciones de forma anticipada, retroceder con cuidado y adelantar de forma segura sin hacerlo en puentes, túneles, curvas, o pendientes.
Dele preferencia a los peatones y ciclistas. Todo conductor tiene la responsabilidad de ser un agente de confianza y tranquilidad para las personas que transitan a pie por la vía pública. En nuestro país, no todas las ciudades y distritos cuentan con ciclovías por lo que es fundamental que quien esté al volante ceda el paso, no bloquee los puntos de estacionamiento de bicicletas, ni los cruceros peatonales, use las luces direccionales y evite el uso del claxon de manera innecesaria.