Barret Oliver dio vida al pequeño Bastian Baltazar en la famosa película de fantasía, que se estrenó en 1984.
Únete al canal de Whatsapp de WapaBarret Oliver Spencer cautivó a toda una audiencia tras filmar La historia sin fin o La historia interminable (The Neverending Story, en inglés), donde dio vida al pequeño Bastian Baltazar. La película de fantasía se estrenó en 1984.
Barret Oliver nació en la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos, el 24 de agosto de 1973, y fue considerado uno de los actores más jóvenes y exitosos de la televisión de aquella época.
La carrera de Barret en el cine y la televisión fue corta. Empezó en 1981, apareciendo en la serie Hulk y terminó en 1989.
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Después de La historia interminable tuvo un par de apariciones en televisión y fue el protagonista en el genial corto de Tim Burton Frankenweenie.
En 1985 interpretó a Daryl, el personaje protagonista de la cinta de su mismo nombre (D.A.R.Y.L.), interpretación que le valió un Premio Saturn a mejor actor joven.
Su última actuación, según IMDb, fue en 1989, en Escenas de la lucha de sexos en Beverly Hills. Después de eso, la carrera como actor de Barret llegó a su fin, cuando se unió a la iglesia de la cienciología.
En el 1990 se retiró definitivamente del cine a los 17 años y poco después comenzó a dedicarse a la fotografía.
Oliver Spencer trabaja como impresor y fotógrafo, especializándose en la tecnología del siglo XIX. En 2007, Carl Mautz Publishing y Vintage Photography publicaron su libro ‘A History of The Woodburytype’, que se puede encontrar en Amazon.
El libro analiza el origen de Woodburytyper y la progresión de este proceso desde si invención por Walter B. Woodbury hasta la era moderna. También, apareció en el Silverstwin Photography Annual de 2007 como uno de los 10 fotógrafos emergentes.
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Bastián Baltasar Bux es un soñador de diez años, huérfano de madre, que sufre la incomprensión paterna y acoso escolar. Un día, de camino a la escuela y huyendo de sus perseguidores, se refugia en la librería de ocasión del Sr. Koreander.
Escondido en el desván de su escuela, el niño se sumerge en sus páginas, conociendo Fantasía: un imaginativo universo intimidado por la Nada, una nebulosa sin voluntad aparente que lo arrasa todo a su paso. Ante esta amenaza, y dando respuesta a los miedos de los delegados de las regiones que componen su mundo, la Emperatriz infantil encomienda al joven guerrero Atreyu la tarea de salvarlos. Este vivirá un sinfín de aventuras que fascinarán a Bastián, quien no tardará en darse cuenta de que su relación con Atreyu y la obra trasciende una simple lectura, y que la supervivencia de Fantasía pasa también por su responsabilidad.