En el ojo de la tormenta se encuentra el progenitor de Frida Sofía, Pablo Moctezuma, tras ser denunciado por un empresario de fraude millonario en medio del difícil momento que enfrenta su hija por la acusación que hizo en contra de su abuelo Enrique Guzmán y no cuenta con el apoyo materno.
El denunciante propietario de un restaurante acusó al padre de la joven, luego de una década de un proceso legal.
Se trata de más de 10 millones de pesos que supuestamente Pablo debe a Roberto Morales, quien tiene una denuncia abierta en su contra.
El adeudo data de 2007, por la venta de un restaurante ubicado en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México. En entrevista con ‘Ventaneando’, Morales aseguró:
“Este personaje lo conozco yo en uno de mis restaurantes, que tenía yo ubicado en Reforma-Lomas, de la nada llega, se presenta, como cliente y a platicar conmigo que estaba interesado en comprar el restaurante”.
De acuerdo con su versión, el papá de Frida Sofía quedó a deber por la compra del restaurante tras darle “cheques sin fondos, tres o cuatro ocasiones; me decía que lo esperara, que iba a fondear la cuenta, hasta que después de mucho tiempo me cansé”.
“Pasó cerca de un año aproximadamente, en lo que me traía a la vuelta y vuelta, incluso como habíamos llegado a la negociación de vender el restaurante, me invitaba a ser parte del nuevo restaurante, cosa que nunca se consumó, parece que ya tenía todo planeado”, aseguró el empresario.
A ‘Ventaneando’ contó: “Ya le había entregado los documentos del restaurante porque él había firmado contratos conmigo y pagarés. En aquel entonces, creo que fue en el 2007, estábamos hablando de varios millones de pesos, alrededor de entre 4 y 5 millones de pesos”.
Descubrió que Pablo Moctezuma “no tenía nada a su nombre”, así que inició un proceso penal, con el que halló que no era el único defraudado:
“Empieza todo cuando nos damos cuenta con la parte penal que yo no soy el único defraudado, por poner un ejemplo para que sea entendible, me compra a mí el restaurante y no me lo paga, y luego el restaurante lo vende cuatro veces, a cuatro inversionistas más, en donde tampoco les puede cumplir”.