Respeto. El papa Francisco ha afirmado que quien rechaza a los homosexuales, “no tiene corazón humano”. Esta declaración la realizó en una entrevista con el comediante británico Stephen K. Amos y que fue emitida el viernes por la BBC de Londres.
El medio británico compartió en sus redes sociales un adelanto de esta conversación en la que se puede ver a Amos explicando al papa Francisco que no es creyente y que viajó a Roma “buscando respuestas y fe”.
El comediante agregó lo siguiente: “Como hombre gay no me siento aceptado”, según se escucha en las imágenes del programa Pilgrimage: The Road to Rome. Ante ello, el papa Francisco respondió de inmediato la inquietud de Amos.
“Dar más importancia al adjetivo (gay) que al sustantivo (hombre), no es bueno. Todos somos seres humanos, tenemos dignidad. Si una persona tiene una tendencia u otra, esto no le quita la dignidad como persona”, señaló el pontífice de nacionalidad argentina.
Agregó que “la gente que decide rechazar a las personas por el adjetivo, es gente que no tiene corazón humano”, palabras que emocionaron al comediante británico.
Días antes el Papa Francisco también se pronunció respecto al incendio que sufrió la catedral de Notre Dame y manifestó su deseo de que pueda ser restaurada para volver a ser “patrimonio arquitectónico y espiritual de París, Francia y la humanidad”.
El pontífice añadió que “espera que la catedral de Notre Dame pueda volver a ser ese hermoso espacio en el corazón de la ciudad, signo de la fe de quienes la construyeron, iglesia madre de su diócesis”.
Esta no es la primera oportunidad que el papa Francisco defiende a la comunidad homosexual y señala la necesidad de respetar a todas las personas sin importar su opción sexual. Así ocurrió hace 6 años en Brasil, cuando al ser consultado por su posición frente a los homosexuales, mencionó que “quién era el para juzgarlos”.
Finalmente, en el 2014, el Sínodo de obispos sobre la familia, aprobó un extenso documento en el que lanzaba una reflexión sobre problemas de la familia actual, como los divorciados vueltos a casar, y respaldaba una Iglesia católica que acogiera a todos, incluidos los homosexuales.