Taylor Hickson, actriz que participó en el filme de Deadpool, sufrió terrible accidente en las grabaciones de la película de terror Ghostland y fue llevada de emergencia al hospital.
A la joven tuvieron que colocarle alrededor de 70 puntos en el rostro y someterse a cirugías plásticas para reducir la gran cicatriz que le quedó en la mejilla derecha, debido a la magnitud de los cortes y heridas.
Según informó Hickson, el director de la película Pascal Laugier le pidió que golpeara con mayor fuerza la puerta y fue ahí cuando el vidrio se rompió frente a su rostro. "Había tanta sangre... Una mujer me ayudó a mantener mi cara junta con servilletas", reveló la actriz.
Hasta el momento se sabe que Taylor ha puesto una demanda contra la productora donde los responsabiliza de todos los daños que sufrió. Además detalla que en el set de grabación no supieron brindarle la atención necesaria.
Pese a las diversas cirugías a las que fue sometida, la actriz no ha podido disimular la marca que lleva en el rostro y, según afirma, le genera mucha inseguridad en su desenvolvimiento con los demás.
Acá te dejamos algunas fotos.