Donny Neyra se confesó ante Luis Guadalupe y recordó algunas anécdotas que tuvo con el actual entrenador de la selección peruana, Ricardo Gareca, en sus años en Universitario de Deportes.
El ‘Bidón’ explicó por qué el ‘Tigre’ lo quiso como un hijo, tal como sucede ahora con Christian Cueva en el combinado patrio.
“En ese inicio de temporada con la ‘U’, entro a jugar, hago un gol y lo abrazo. Tú sabes, que era una jugada preparada de tiro libre, donde hago el gol. Ese año, antes de que acabe la temporada lo llamo y me hace vivir en el Hotel Ariosto”, comentó Neyra.
El exfutbolista contó que lo engrieron tanto que lo llevaron a un lugar de alcurnia. “Yo me había separado de la mamá de mis hijos y se lo cuento al profesor. Me dice: entonces quédate a vivir en el hotel. Por él me quedé, avalado por él, porque ese hotel es ‘Carolina Sabina’, claaaaro. Me hizo vivir allí cuatro meses, desde noviembre a marzo”, señaló.
El ‘Bidón’ contó que el ‘Tigre’ le pidió dos cosas para que continúe en Universitario de Deportes. “Lo que sí me dijo: ¿Ah, te quieres quedar en el equipo? Te voy a pedir dos cosas. Número uno: Te vas del Callao. Número dos: dejas el casino. Asu mare. Él sabía que yo era ‘timbero’ y me estaba dando en el corazón. ‘Tú elige’ me dijo y caballero no me quedó otra”, manifestó.
TE PUEDE INTERESAR: Ricardo Gareca está preocupado: "Los jugadores van a Arabia Saudita porque triplican el dinero" | VIDEO
En esa línea, Donny Neyra reveló que recibió un bono gracias a Ricardo Gareca. “Me acuerdo que, cuando me tuve que ir del hotel me dieron 5 mil dólares por orden de Ricardo. Le dije profe estoy como el ‘Chavo’ con mis cosas no más, necesito un departamento equipado. Tú busca el departamento, no más, yo me encargo que te den la plata. Yo pensé que a fin de mes empezaban a descontarme esa plata, nada de descuentos. Así era el profe”, dijo.
Finalmente, el exvolante explicó por qué decidió colgar los chimpunes. “Yo entré en un cuadro de depresión, por eso dejé el fútbol, entré en depresión cuando me separé y ya se me dio por no jugar al fútbol y fue cuando estaba entrenando a la ‘U. Con 33 años, era un cero a la izquierda, malo, parecía que nunca hubiese jugado pelota (...) Mi mundo se me vino abajo”, sostuvo.