La historia de la pareja estadounidense Vanner Johnson y Donna Johnson con la fecundación in vitro ha acaparado la atención de las redes sociales, debido a que se trata de un “error” que tardó una década en salir a la luz.
En 2007, Vanner y Donna Johnson iniciaron un tratamiento de fecundación in vitro para concebir a su segundo hijo.
Esto ocurrió en el Centro de Medicina Reproductiva de la Universidad de Utah (Estados Unidos). Sin embargo, 12 años después del nacimiento, él se enteró de que no es el padre biológico.
“Hubo muchas emociones que tuvimos que superar. ¿Cómo pudo pasar, por qué sucedió y qué hacemos ahora?”, contó el hombre.
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Concretaron la fertilización, tuvieron a su segundo bebé y parecía que todo seguiría bien. Pero, un día, la curiosidad los llevó a realizarse una prueba de ADN.
“Mis resultados decían que yo tenía dos hijos y que nuestro hijo mayor era medio hermano del menor. Ahí supimos que debía haber algo mal”, reveló Donna Johnson al canal ABC.
Vanner cuenta que el papel catalogaba al padre de su último pequeño como ‘desconocido’. Al principio consideraron que el test estaba defectuoso, pero la clínica se reafirmó en los resultados.
No había otra explicación más que el óvulo de Donna fue fecundado por el esperma de otro hombre, así que no hubo escapatoria: debían contarle a su niño.
La pareja lo llevó a dar un paseo en auto y a comer helado. “Le dije ‘resulta que sucedió algo y no estamos seguros de lo qué pasó, pero en realidad no soy tu padre biológico’. Él simplemente me miró y dijo ‘¿en serio?’”, relató Vanner.
Para hallar al hombre en cuestión, el matrimonio pagó una serie de exámenes médicos y emprendió una investigación, que duró dos años, para resolver la interrogante. Y lo encontraron.
Se trata de Devin McNeil, un estadounidense que, en compañía de su esposa, acudió al centro de la Universidad de Utah.
“Hubo una fecha en la que estuvimos en la clínica al mismo tiempo. Yo estaba haciendo transferencias, así que fue entonces cuando volvieron a poner mis embriones adentro. Ella (Donna Johnson) estaba haciendo la recuperación cuando tomaron sus óvulos. Creemos que pasó casi al mismo tiempo hace 14 años”, reveló Kelly McNeil.
Los McNeil y los Johnson ya se conocieron en persona y se apoyan mutuamente en beneficio del menor. La familia Johnson ha logrado que sus hijos biológicos acepten a su medio hermano, conversen y jueguen sin problemas.
Aunque la verdad se sabe, ambas familias mantendrán la paternidad tal como está. Eso sí, están juntos en la demanda contra el laboratorio responsable de confundir sus espermas.