En el verano del año 1991, el Perú atravesó una crisis de salud pública tras la aparición del primer caso de cólera. La enfermedad se propagó rápidamente en todo el país: Alberto Fujimori era el entonces presidente.
En medio de esta emergencia sanitaria, los medios de comunicación dieron cuenta de un extraño hecho: una mujer afirmaba tener la imagen de una virgen de yeso y que había llorado lágrmas de sangre.
Lamentablemente, el Ministerio de Salud no podía frenar las muertes a causa del cólera y es por ello que miles de ciudadanos decidieron acogerse a la religión: se presentaron ante la imagen en busca de protección.
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Fue así que varios feligreses acudieron al lugar donde reposaba la virgen, la cual se situó en el Callao. Su popularidad alcanzó hasta Fujimori quien se dio el tiempo de visitarla.
No obstante, el entonces arzobispo de Lima, Augusto Vargas Alzamora, decidió iniciar una investigación acerca de la procedencia de dichas lágrimas. Antes de que se culmine el estudio, que terminó confirmando que eran falsas, pidió a los creyentes a no confiar en todo lo que se mencionaba.
La recomendación de Vargas Alzamora respondía porque miles de ciudadanos hacían cola para ingresar al recinto e incluso llevaban bebés en brazos para que los pueda cuidar de la enfermedad que golpeaba al Perú.
Según la información de Perú Sumaq, el cólera afectó a 37 mil 538 ciudadanos en el país. La historia colectiva se mantuvo hasta el 27 de febrero de 1991, cuando se dio a conocer la historia de la virgen que lloraba sangre.
La angustia que vivían los pobladores, que estaban golpeados económicamente y sanitariamente, evitó que se descubra que la dueña del inmueble era hermana de un fotógrafo que trabajaba en Palacio de Gobierno.
Luego de varias investigaciones periodísticas, se pudo revelar que un grupo de agentes del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN), liderados por el psiquiatra arequipeño Segisfredo Manuel Luza Bouroncle, llevaron a cabo este hecho. El especialista fue contratado por el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos.
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En un noticiero matutino de Panamericana, un experto demostró como una reacción química, a la cual una imagen de yeso era sometida, generaba la impresión de que lloraba: botaba un líquido rojo parecido a la sangre.
Tras este acontecimiento, los ciudadanos poco a poco dejaron de ir al inmueble donde se encontraba la virgen.
Debido a la díficil y complicada situación económica, el presidente Alberto Fujimori implementó un plan económico neoliberal. Esta drástica medida tuvo como objetivo ajustar la economía del país, ya que venía de ser golpeda por el goberno de Alan García.