Paolo Franco Mogollón Acosta es un joven de 25 años que creció en el distrito de Los Olivos y se graduó en los primeros puestos de ingeniería mecánica en la UNI. Ha terminado su maestría en la Universidad de Oklahoma en Estados Unidos y trabaja como jefe de Ingeniería de Proyectos Eléctricos/Mecánicos en una empresa de Nueva York.
Paolo nació el 11 de marzo de 1997, en la ciudad de Lima. Sus padres, Bruno Mogollón y Amanda Acosta, egresados de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y de la Universidad Mayor de San Marcos, le inculcaron la importancia de los estudios. Por eso, no extraña que tiempo más tarde esta influencia familiar determinara su excelencia académica.
Vivió hasta los 12 años en Los Olivos, en donde dedicó gran parte de su infancia al fútbol, a la música y a las matemáticas. Por un tema familiar tuvo que mudarse a Chorrillos donde residió hasta los 21. La secundaria la cursó en “Trilce- Chorrillos. Esta etapa estuvo marcada por sus excelentes calificaciones que lo llevaron a ocupar los primeros puestos de su clase.
Desde muy pequeño siempre soñó con ingresar a la UNI, para seguir la misma línea que su padre y hermano.
Del mismo modo, comentó que su preparación preuniversitaria empezó a partir de tercero de secundaria en adelante. El 2014 ingresó a la UNI. Si bien menciona que fue difícil, también resalta que esta nueva etapa le enseñó a superarse y a explotar su potencial.
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“La matemática siempre fue lo mío y creo que por eso siempre estuve predestinado a ingresar a la UNI, además de estar motivado por seguir la tradición familiar”, manifestó con una sonrisa al recordar una de sus más grandes influencias profesionales.
Todas estas enseñanzas, sumado a su tenacidad y talento, le permitieron ganar el premio anual Eduardo de Habich, después de haber ocupado los cinco primeros lugares durante toda la carrera.
Eso no fue suficiente para Paolo. También se propuso y consiguió ganar la beca de intercambio “Perú LNG”, la cual se lanza de forma anual y solo la obtiene un alumno.
“Me preparé tanto académica como mentalmente para esa beca, sabía que era una buena oportunidad, pues era la opción que te ofrecía una cobertura total. Mi vida dio un cambio cuando me aceptaron”, afirmó entusiasmado al recordar aquellas épocas
De este modo, consiguió realizar un intercambio en la Universidad de Oklahoma, donde en poco tiempo logró destacar debido a que tenía muy buena base en matemática.
A los seis meses de terminar la beca, sus profesores de la universidad se dieron cuenta de su enorme potencial y lo convencieron para que se quedara a cursar una maestría en Ciencias de Ingeniería Mecánica, la cual sería patrocinada por el Departamento de Energía de Estados Unidos. Fue una oferta que no dudó un segundo en aceptar.
“Si yo opté por estudiar ingeniería mecánica, fue más por el amor a la ciencia que desarrollé en toda esta etapa formativa y eso se le debo a mis profesores y a mis padres”, remarcó muy conmovido
Posteriormente, comenzó a buscar empleos en diversos estados y fue la empresa Jamestown Advanced Products la que apostó por su talento. De esa forma, tuvo que mudarse a Nueva York para ejercer como jefe de Ingeniería de Proyectos Eléctricos/Mecánicos en Nueva York.
Paolo acaba de cumplir un año en dicha empresa. Su labor consiste en desarrollar el diseño electromecánico y coordinación de tomacorrientes para vehículos recreativos y estaciones de carga para vehículos eléctricos.
También hace uso de software Striker y Solidworks para diseño y manufactura, se encarga del desarrollo del proceso de cotización, entre otras funciones.
Ejercer este trabajo le ha otorgado un permiso para laborar, el cual tiene una fecha de caducidad de tres años. Frente a esta situación la empresa está realizando un trámite junto para que obtenga una Green Card y así su permanencia no tenga fecha de expiración. Su futuro es más que promisorio a sus cortos 25 años.
Todo este camino avanzado y los logros que viene obteniendo, se lo dedica a sus padres, quienes han sido la piedra angular de sus éxitos, durante todo este tiempo.
“Siempre hay que ser perseverante en el objetivo: planificarlo, investigar, motivarse a uno mismo, ayuda visualizarse en ese lugar. Fundamentalmente no hay que perder la fe a pesar de las caídas y esforzarse con alma, corazón y vida”, subrayó.