Una de las controversias más recientes de la RAE, la Real Academia Española, es la negativa de esta organización de incluir el denominado lenguaje inclusivo o no sexista, para dar visibilidad al género femenino en documentos oficiales e incluir a quienes no se sienten identificados con ninguno de los dos géneros.
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Como alternativa a quienes no están de acuerdo con el masculino genérico se propuso el pronombre elle, que la RAE no valida ni acepta. Según la institución, esto por el siguiente motivo:
“El género masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos”.
Meses atrás, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, dijo que trato de zanjar el asunto y dijo:
“La RAE no está cerrada a ampliar su vocabulario siempre y cuando los cambios sean razonables, no lesionen el idioma y mantengan su belleza y sobre todo su economía”.
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Lo que podría ser creíble, pero el diccionario está lleno de términos misóginos, lo que se refleja en los ámbitos sociales. Debido a esto más de 200.000 personas se han pronunciado en plataforma como change.org, pidiendo que se retiren muchas de las palabras, o las interpretaciones de estas, ya que mancillan a la mujer.
Términos como sexo débil o sexo fuerte, ya que estos tienen clara intención discriminatoria. Así como otras palabras que colocamos a continuación:
• Cocinillas: "1. m. coloq. Esp. Hombre que se entromete en las tareas domésticas, especialmente en las de cocina".
• Hombre público: "1. m. Hombre que tiene presencia e influjo en la vida social".
• Mujer pública: "1. f. Prostituta".
• Hombre de la calle: "1. m. Persona normal y corriente".
• Mujer de la calle: "2. f. Prostituta que busca a sus clientes en la calle".
Es por eso que la oleada de reclamos antes la RAE no disminuye, ya que, en lugar de promover el cambio, así sea de a pocos, se enquistan en sus tradiciones antiguas y retrógradas.