Un joven estudiante afrodescendiente de 14 años fue intervenido arbitrariamente por agentes de la policía inglesa en Londres. Según indicaron las autoridades, las características del adolescente coincidían a la del criminal que buscaban.
El hecho ocurrió mientras el alumno de la escuela en Croydon, ubicado al sur de Londres, se dirigía a su domicilio. De forma intempestiva, fue intervenido por miembros de la escuadra policial.
Los oficiales indicaron que De-Shaun respondía con la descripción de un sospechoso de robo: joven de tez negra con una sudadera que tenga capucha azul.
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El joven vestía su uniforme escolar (su casaca era de color gris) al momento de la intervención frente a la estación de Blackhorse Road.
Posteriormente, De-Shaun relató en una entrevista a ITV News que los agentes lo obligaron a colocarse contra una pared, lo esposaron y le quitaron su celular sin explicación alguna.
"Pensé que iba a morir", señaló el estudiante al explicar que es asmático y quedurante el tiempo que estuvo tendido en el suelo boca abajo, los agentes reposaron sus rodillas en su espalda: le costaba respirar.
La agresividad desplegada por los agentes sobre el niño llamó la atención de los transeúntes que pasaban por el lugar. Fue allí que De-Shaun empezó a gritar números: eran del teléfono de su mamá.
Un ciudadano logró escucharlos y de forma inmediata llamó para alertar a la madre del menor. Janet corrió hacia la comisaría en donde detuvieron a su hijo y entre lágrimas pidió que lo liberen.
"Es la misma vieja historia: todos los niños negros se ajustan a la descripción", respondió indignada para luego señalar que tenía miedo de que su hijo se convierta en el nuevo George Floyd. "Fue la peor pesadilla. No hay excusa para lo que le hicieron a mi hijo y la fuerza excesiva que usaron", añadió.
El portavoz de la institución policial de Inglaterra señaló que los efectivos que patrullaban el lugar fueron alertados por el robo de un teléfono celular a un niño de primaria. Las descripciones, según explicó, coincidían con De-Shaun.
Pese al reprochable accionar, el vocero señaló que "no hubo mala conducta aparente" en la intervención de los agentes hacia el estudiante afrodescendiente. No obstante, afirmó que se hará una investigación tras conocer la denuncia de la madre.
"Todos los oficiales entienden que sus acciones están sujetas a escrutinio. La Dirección de Estándares Profesionales del Met ha realizado una revisión inicial del incidente, incluido el video corporal, y no se observa mala conducta. Sin embargo, se ha presentado una queja pública y la unidad de estándares profesionales la investigará a fondo", concluyó.