¿En qué pensamos cuando nos imaginamos el rol de los padres en la educación? De acuerdo con los datos del Censo del 2017, realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental (INEI), existen 120 mil 214 hogares de padres que crían a sus hijos de manera independiente (soltero, divorciado, separado o viudo) en el Perú; de este total, 61 mil 589 (51,2%) tienen al menos un hijo/a menor de 18 años de edad.
Respecto a su asistencia en la escuela el 91,9% de niños de 3 y más años de edad asisten; mientras que el 8,1% no asisten. ¿Podemos entonces, desde nuestros roles paternos preparar a las niñas y niños para que sean libres y empáticos en la escuela?
Luis Rivas, Alumni del Programa de Liderazgo y actualmente Coordinador de desarrollo y ecosistemas en Enseña Perú, lleva 3 años y medio siendo papá de Santiago y 34 años siendo hijo de Pepe. “Al convertirnos en padres estamos asumiendo un compromiso con nuestro hijo(a), el compromiso de guiarle en sus primeros pasos para entender el mundo y cómo funciona nuestra sociedad. Incluso, luego de entender, buscar mejorarla”, destaca Luis. Además, es una oportunidad de lujo para sacar nuestra mejor versión y crecer como persona, agrega.
En ese sentido, en el marco del Día del Padre, que se celebra este 19 de junio, Luis da a conocer algunos aprendizajes en relación a la paternidad que aportan a que los padres o cuidadores podamos criar desde el respeto, la libertad y el amor, con el propósito de ayudar a las niñas y niños en su crecimiento personal y contribuir a su educación:
- Escribe una nueva y mejor historia: Al ser padre analizas tus referentes de paternidad (tú padre, tu abuelo) y evalúas lo que te gustaría replicar y lo que definitivamente no. Tienes total control sobre qué tipo de padre quieres ser, rescata lo mejor de tus referentes y decide no repetir aquellas cosas que consideres que no suman para construir un vínculo sano y fuerte en tu hijo y tú.
- Involúcrate al 100%: Anímate a cambiar esa figura involucrándose completamente en todo lo que implica criar a un hija(o). Más allá de buscar repartir los roles 50% - 50% con la mamá, míralo como una oportunidad de ejercer y disfrutar plenamente de tu paternidad. Forma parte de todo lo que sea posible: alimentación, educación, gestión de emociones, juego y más, sin temor a equivocarte.
- Rompe los moldes y disfruta: La sociedad nos da estereotipos sobre cómo ser padres, pero dejarnos guiar por ellos en muchas ocasiones solo nos traerá angustia y frustración. Empieza por conocer, respetar y abrazar la forma de ser de tu hij@ y en base a eso busca generar los aprendizajes necesarios para desarrollarse en nuestra sociedad. Por otro lado, ponle tu propia esencia a tu rol de padre y disfrútalo, esa naturalidad y honestidad será vista y reconocida por tu hija(o).
- Aprende, mejora y crece: Como toda habilidad, ser padre requiere aprender, practicar y mejorar. Por un lado, ayuda mucho seguir o escuchar a especialistas en crianza (doctores, psicólogos, nutricionistas con énfasis en primera infancia, entre otros). Por otro lado, es de gran ayuda mantenerte en contacto con otros padres y madres que compartan el mismo reto, es importante que el vínculo se sostiene no en un afán de competitivo sino en brindarse soporte colectivamente.
- Aprende con libertad y sin temor a equivocarte: ¿cuántas veces al día tu hija(o) se frustra por intentar hacer algo que no le sale? Lo normal es que sean muchas veces pues está en un increíble proceso de aprendizaje. ¿Qué haces frente a esta situación? ¿Le criticas o le das soporte y guía para gestionar su frustración y volver a intentarlo? Ese mismo gesto de amor y comprensión tenlo contigo mismo pues tú también estás en un constante proceso de aprendizaje y mejora para ser el padre que quieres ser y que tu hijo necesita.