Un niño de seis años sufrió convulsiones y muerte cerebral en el estado de Tamaulipas, México, luego de haber ingerido una bebida energizante de forma accidental el pasado sábado 16 de abril.
Luego de una semana en coma, se confirmó el fallecimiento de Francisco el último jueves 21 de abril. El hecho ha causado una gran conmoción en ese país y ha abierto el debate acerca de los componentes de esta bebida.
Según la información del portal Hoy Tamaulipas, Francisco se encontraba en la casa de sus padres el pasado sábado. Fue allí, en medio de su curiosidad, tomó un vaso que contenía la bebida energizante Monster Energy y la bebió.
Cabe señalar que este líquido había servido por uno de sus primos mayores. "De forma casi inmediata comenzó a convulsionar hasta que se desmayó", declaró uno de sus familiares a la prensa.
Fue entonces que Francisco fue auxiliado y enviado rápidamente hacia urgencias del Hospital General Dr. Alfredo Pumarejo, en donde los médicos le diagnosticaron intoxicación.
Días después, los especialistas informaron a su madre que el niño no mostraba ninguna reacción y que se prepare para el peor escenario. Lamentablemente, el menor falleció por muerte cerebral.
Para que puedan solventar gastos, la familia del pequeño recibió donaciones por parte de la población. Esto se pudo conocer gracias al mensaje de agradecimiento que hizo la tía en sus redes sociales.
"Les agradezco a todas las personas que apoyaron y a las que siguen apoyando a mi prima. Dios las bendiga a todas, gracias por estar al pendiente", señaló.
Las bebidas energéticas tienen altas dosis de cafeína y ello puede ser muy perjudicial tanto para niños como adultos. Principalmente, los infantes son los más propensos a sufrir graves problemas de salud.
"Uno de los productos más populares y vendidos del mercado son las bebidas energizantes. Quienes la usan buscan cumplir la promesa de disminuir la fatiga y elevar su energía sin ser conscientes que su consumo diario y excesivo aumenta el riesgo de daños al organismo, en especial al corazón y al cerebro", refiere el Instituto Nacional de Salud (INS).
Asimismo, la misma entidad señaló que una botella de energizantes equivale a cinco a diez cucharaditas de azúcar.
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"Teniendo en cuenta que las recomendaciones diarias para el consumo de azúcar establecidos por la OMS debe ser menos de 50 g/día, el consumo de este este tipo de bebidas puede favorecer el sobrepeso y la obesidad", detallaron.
Finalmente, explicaron que los niños y adolescentes (menores de 18 años, son la población más vulnerable para tener efectos negativos.
"Recordemos que estos grupos etarios tienen sensibilidad también a la cafeína, lo que desencadena episodios de nerviosismo, irritabilidad e insomnio", concluyó.