Sigue sus propios planes. La máxima autoridad Rusia, Vladímir Putin, tildó al Gobierno de Ucrania como una “banda de drogadictos y neonazis” y advirtió que no está en sus planes negociar con ellos. Dichas declaraciones las realizó durante una sesión con los miembros del Consejo de Seguridad ruso este viernes 25 de febrero.
El dictador ruso instó, en cambio, a los militares ucranianos a tomar el poder en Kiev, la capital del país. Desde su punto de vista, Putin refirió que sería mucho más sencillo llegar a un acuerdo con ellos.
“Los nazis en Ucrania actúan como terroristas, instalando sistemas de fuego de ráfagas en Kiev y Kharkiv. No dejen que los neonazis y los seguidores de (activista nacionalista Stepán) Bandera usen a sus hijos, mujeres y ancianos como escudos humanos. Tomen el poder en sus manos”, les sugirió Vladimir Putín.
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El presidente ruso, además, manifestó que no espera ningún acuerdo con “una banda de drogadictos y neonazis que se encerró en Kiev y tomaron como rehenes a todo el pueblo ucraniano”.
La madrugada del 24 de febrero, el presidente Vladímir Putin anunció el lanzamiento de una “operación militar especial” en el territorio de Ucrania, argumentando que las ‘Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk’, ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron ayuda frente a la agresión por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, de acuerdo con el líder Ruso, es “la desmilitarización y la desnazificación” de Ucrania. El mandatario ruso también amenazó con llevar a juicio a los autores de “numerosos crímenes sangrientos contra civiles”, pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se oponga a sus propósitos.
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De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. Sin embargo, en Ucrania inició una escalada y ataques en diferentes puntos del territorio, según los videos difundidos por diversos medios internacionales.
El país decidió romper las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso el toque de queda en Kiev y la ley marcial en su nación, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar “todas las sanciones posibles” contra el líder ruso, Vladímir Putin. Numerosas naciones condenaron en términos contundentes la intervención militar de Rusia en Ucrania.
Estados Unidos, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea decidieron imponer nuevas sanciones a Rusia por la situación en Ucrania, apuntando no solo contra representantes del Gobierno, sino también sus sectores bancario, energético, aéreo y espacial.
Desde luego, Rusia no solo sentirá la espalda de diversas potencias, sino que tambipen verá reflejado su accionar en la economía de su país, según señalan los especialistas.