Mirtha Vásquez, expresidenta del Consejo de Ministros, reflexiona sobre lo que fue su paso por el cargo y relata sus experiencias en el gobierno de Pedro Castillo, en medio de una nueva crisis, que claramente se refleja en el cambios de los 3 Gabinetes en menos de 7 meses.
Vásquez Chuquilín también dice que es posible enmendar los errores si se toman decisiones adecuadas.
Para resumir lo que ha pasado y está viviendo en este momento, la exprimera ministra compartió una imagen en su Instagram: una bombera triste, inmóvil, incapaz de apagar un incendio.
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"Sí, creo que, en este momento, como todos los peruanos, me siento con mucha incertidumbre. Veo al país con una sensación, no solo de preocupación, sino de tristeza. En medio de una crisis con tantas dimensiones, sanitaria, económica, social, ambiental", respondió Mirtha Vásquez en una reciente entrevista para La República.
"También. Entonces, sí, me siento así, como esa caricatura del bombero que siente que, por más que haces esfuerzos y por más que deseas ayudar, a veces no se puede. Hay también la esperanza de que algo pase para que las cosas se reviertan", añadió Chuquilín.
En otro momento, Mirtha Vásquez dejó en claro que no se siente fracasada en su paso por la PCM.
"No, no tengo sensación de fracaso, pero sí de angustia por lo que va a pasar. Mi paso por la PCM lo valoro mucho, fue una experiencia muy interesante, de conocer al Estado, sus complejidades, los desafíos", expresó.
En su trayecto como primera ministra, Vásquez se percató que habían muchos conflictos en el país y, posiblemente, el desaroben en el gobierno de Pedro Castillo le apabulló.
"En un cargo de esa magnitud tienes mucho estrés, preocupaciones, angustias, sobre todo para una persona como yo que le gusta asumir responsabilidades de manera muy decidida. Mucha gente me decía 'estás cansada, estás harta'. No, yo estaba con el ánimo de hacer cosas. Lo que necesitaba era saber que las cosas podían caminar. Escoger las prioridades, eso me angustiaba mucho. Me fui dando cuenta, miraba un poco la dinámica, y decía que si el asunto estaba todavía desordenado posiblemente era yo la que tenía que tomar las riendas. Establecí prioridades: retorno a clases, vacunación, gestión de conflictos sociales, derechos laborales, el gas", refirió Chuquilín.
"Ahí sentía la cosa muy desordenada. Eso me angustiaba mucho porque el Gobierno estaba desordenado. El gran problema era su entorno más cercano (del presidente). A lo mejor la cosa hubiese funcionado si todos nos poníamos de acuerdo: el gabinete, yo, el presidente, y nos embarcábamos en los mismos objetivos. Sentía que el presidente a veces tenía una dinámica mucho más dispersa y, claro, eso hacía que lo sintamos desligarse del propio gabinete", agregó la expremier.
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"Aquella vez sentí que era momento de dejar esto porque no nos lográbamos poner de acuerdo en un asunto medular. No era por defender a un ministro. ¿Qué representaba la salida de Guillén? Él había planteado un gran problema de corrupción al interior del Estado y era nuestra oportunidad", refirió Mirtha Vásquez.
"De demostrar compromiso en la lucha contra la corrupción. Claro, de demostrar un compromiso, de ser muy firmes. Pero sentí al presidente dubitativo. Yo no conocía al coronel Chávarry. Más allá de sus cualidades, yo le decía (a Castillo) que era una mala señal cuando hay un tema de corrupción poner al frente de la institución a un policía, a alguien que viene del mismo sector, porque no le va a permitir objetividad. Estaba (Castillo) como muy convencido de que esa persona (Chávarry) debería ser el ministro, no quiso evaluar otras propuestas. Si hay cosas de esa dimensión en las que no nos podemos poner de acuerdo, debía dar un paso al costado", argumentó Chuquilín.
"Cuando hablábamos era una persona que escuchaba, amable, que aceptaba las propuestas que le hacía. Pero, sí, debo decir que era un poco difícil llegar a él. Era impresionante, yo cruzaba hasta su despacho y había un conjunto de gente esperando y yo decía ¿quiénes son? Me decían que es gente que viene a visitarlo, entonces yo planteaba que debía tener una agenda específica, no tan dispersa. Era un problema. Había que estar coordinando varias veces: “necesito despachar, por favor dígame”. O yo le mandaba mensajes: “por favor, presidente, ¿a qué hora puede?”. Sí teníamos que hacer mucho esfuerzo. Entiendo que también con los demás ministros era lo mismo", reveló.
En ese sentido, Mirtha Vásquez tiene en la mira a quenes están detrás del mal asesoramiento del presidente de la República, Pedro Castillo.
"No he hablado de 'gabinete en la sombra'. Pero, sí, la gente cercana, sus asesores que apenas conozco, eran personas que no han dado mucha apertura para que el presidente tenga vinculación con nosotros. A veces sentía que las decisiones que se tomaban se reevaluaban con ellos. El cambio de posición del presidente no se lo atribuyo a otra cosa que a su consejo", manifestó la extitular de la PCM.
Por último, Vásquez dejó entrever la desconfianza que manifiesta Pedro Castillo durante su gobernabilidad.
"Es posible. Por eso es que siempre está consultando. Cada vez que tomaba una decisión o había un asunto, siento que consultaba con varias personas. Puede ser producto de la desconfianza que tenga. Tampoco tengo mucha cercanía personal con él. No podría calificarlo", puntualizó.