En Estados Unidos, una madre de 41 años de edad fue descubierta por las autoridades cuando llevaba a su hijo de 13 años en la maletera de su vehículo. La mujer argumentó que metió al niño en ese lugar debido a que tenía sospechas de que había contraído la COVID-19, y no quería contagiarse.
El hecho ocurrió en el Estado de Texas en los primeros días de enero del 2022. Sarah Beam iba conduciendo el auto rumbo a un centro de testeos de covid-19, donde tenía previsto obtener los resultados sobre el estado de salud de su menor hijo y el de ella.
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Cuando llegó al lugar, testigos escucharon ruidos en la parte trasera del vehículo. Uno de los encargados de salud le pidió que abriera el maletero y se encontró con el joven.
La mujer argumentó que tomó la decisión de aislarlo en la maletera para evitar contagiarse luego de que el niño diera positivo en un test previo y que ahora quería confirmar su diagnóstico, además de ver si ella tenía el virus o no.
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Las autoridades llamaron a la policía quienes detuvieron a la maestra y, si bien su hijo no estaba herido, recibió cargos por poner en riesgo su vida.
De acuerdo al medio abc13, su fianza se fijó en mil 500 dólares, los cuales fueron pagados de acuerdo a los registros, por lo que la madre se encuentra en licencia administrativa y sus acciones fueron catalogados como delito grave por poner en peligro a un menor.
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Finalmente, este jueves en el juicio se dictaminó que no había suficientes pruebas para acusarla de querer causar daño en su hijo, por lo que quedó libre de cargos.
Muchos exalumnos y apoderados del colegio la apoyaron durante la investigación.