A pesar de las implicancias, los cubanos están decididos a manifestarse este lunes para exigir la liberación de los presos políticos, el respeto a los derechos humanos y la democracia. La hora planteada para el encuentro de todos los disidentes es a las 15 horas (20H00 GMT).
Este llamado se da tras cuatro meses de la histórica marcha contra el régimen, el cual dejó un muerto y decenas de heridos; además, según la ONG de defensa de derechos humanos Cubalex, 1.270 personas fueron detenidas y 658 aún siguen en prisión.
En redes sociales ya se discutió lo que significaría salir a marchar en la tan conocida 15N, nombre establecido por la fecha del 15 de noviembre. Esto se debe a las graves consecuencias del último pronunciamiento popular contra el régimen.
Recordemos que, previamente las autoridades cubanas habían prohibido las manifestaciones y amenazaron con sanciones penales a todo ciudadano que saliera a las calles para ir en contra del régimen de Miguel Díaz-Canel. Esto se debe a la acusación directa a los organizadores de ser agentes entrenados y financiados por Estados Unidos para generar un cambio en el país.
Según medios de comunicación independientes, esta advertencia nació tras las solicitud de la fiscalía para aplicar sentencias de hasta de 30 años a alguno de los manifestantes presos en protestas anteriores.
Hoy se espera la apertura de las fronteras del país, el regreso a clases de los niños y la celebración por el 502 aniversario de la hablaba. “En paz iniciaremos el día 15 otra etapa del curso escolar; en paz nuestra economía se recuperará”, aseguró el mandatario a pesar de que la isla vive su peor crisis económica en casi 30 años
Asimismo, desde su cuenta de Twitter publicó que “así amanece Cuba el 15 de noviembre, con más de 700.000 pioneros [alumnos] en las aulas, recibiendo amigos, familiares y turistas, reactivando el quehacer productivo, disminuyendo los casos de COVID”.
Desde muy temprano, el mandatario asistió a la reinauguración del curso escolar en una escuela de la Ciudad Libertad, un área del oeste de La Habana que en el pasado fue un cuartel militar.
Parte de la instrucción para la marcha liderada por la oposición es vestir ropa blanca. Es manifestación pacífica se realizaría en La Habana y en otras seis provincias, para buscar “el cambio” y la liberación de los presos políticos. Sin embargo, la acogida de la marcha es incierta debido a la alta polarización entre los ciudadanos que se encuentran en contra o a favor del régimen cubano.
Es importante mencionar que, en los últimos días muchos disidentes, promotores de la manifestación y periodistas independientes, denunciaron que estaban siendo bloqueados en sus hogares. Incluso algunos publicaron haber sido objeto de actos de repudio por parte de los simpatizantes del gobierno.
La líder de Archipiélago en la central ciudad de Santa Clara, Saily González, comentó que un grupo de personas la insultaban frente a las puertas de su hogar solo por haber colgado sábanas blancas como protesta.
Por otro lado, el fundador Anchipiélago, Yunior García, también se encuentra encarcelado en su propio hogar al no poder salir por el resguardo de los agentes de la Seguridad.
Durante el último año, García se convirtió en la voz de protesta que sumó a las nuevas generaciones disidentes de cubanos impulsada por las redes sociales.
Al momento, AFP constató que en el emblemático costero de la capital se situaron grupos de tres oficiales en cada esquina, especialmente en el tramo del centro de la ciudad. Asimismo, se denota la presencia de agentes de seguridad del Estado vestidos de civil mientras de despliegan en plazas y parques.
Es por ello que, Francia se pronunció ante la ola represiva en contra de los promotores y ciudadanos que se identifican con la oposición. Al respecto urgieron a las autoridades cubanas a "garantizar" el derecho de manifestación y a devolver las acreditaciones retiradas a periodistas de la agencia española EFE días atrás.
“Dado que hoy se prevé una nueva manifestación a favor de la liberación de los presos y contra la violencia, llamamos al gobierno cubano a garantizar el derecho de la población cubana a reunirse y manifestarse pacíficamente”, señaló una vocera de la cancillería francesa.
Asimismo, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos también se pronunció sobre la marcha del 15N y la respuesta del régimen. Antony Blinken, pidió el lunes a La Habana “que respete los derechos humanos de los cubanos y que les permita reunirse pacíficamente”.