El proyecto del hospital oncológico pediátrico Vidawasi o como español se leería Casa de Vida, es un plan con aspiraciones sin precedentes en el país y que viene como resultado de una experiencia milagrosa.
Jesús Dongo sufrió un accidente que cambió su vida y su destino hace 8 años y con esta un cambio de planes que hoy tiene como ejecución la construcción de una obra que más allá de la tecnología y ciencia, se trata de una acción filantrópica y de amor hacia el prójimo.
Esta obra social tendrá su lugar de desarrollo entre los distritos de Ollantaytambo y Urubamba, con el apoyo que viene sumando a prestigiosas instituciones internacionales y de la Santa Sede.
Una tarde en familia el 26 de junio de 2010 en su casa de Pachacámac, Jesús esperaba con ansias poder disfrutar de su nueva cuatrimoto, con la que había soñado días antes y tenido una revelación de un trágico accidente que le quitaría la vida.
Sin embargo, desistió de esa idea y continuó con el plan de disfrute acompañado de su pequeña hija quien aún de 5 años maniobró con inocencia los controles de la moto.
La velocidad del móvil alcanzó el límite que los llevó a estrellarse contra la pared y sufrir graves contusiones y posibles hemorragias internas.
Lo peor pasó la mente de Jesús y solo pudo pedir a Dios un milagro para que se salve la vida de su pequeña hija y no la suya.
A lo que también agregó una promesa y pacto para hacer del él un agente en favor de la gente más pobre y necesitada frente a la indolencia del mundo.
Lo siguiente fue algo que no tiene explicación pues Jesús y su hija lograron superar el accidente que diagnosticaba edema cerebral general en el caso de la menor y traumatismo total de órganos internos en el caso de Jesús.
En ambos el resultado o explicación dada fue una regresión de sus diagnósticos clínicos de una forma sorprendente e inexplicable.
Tras superar el terrible accidente Jesús vio que tenía que cumplir su parte del trato y promesa frente a tal muestra de recuperación.
Es así que decide hacer un cambio de planes que contemplaban la construcción de un Hotel en el Valle Sagrado (Cusco) para transformarlo en el proyecto de construcción de una obra filantrópica sin precedentes en el país.
Fundaron la organización sin fines de lucro Vidawasi, conformando un directorio con personalidades en el campo de la cultura, salud y la presencia del empresario protagonista de la concepción de la idea de la obra.
El proyecto contempla la construcción del Primer Hospital Oncológico Pediátrico y cirugías de alta complejidad en el Perú.
Un centro que facilitará el acceso de familias con escasos recursos y de zonas altoandinas del Perú para que puedan tener una atención médica para sus niños y con altos estándares en ciencia.
Dentro del proyecto está también contemplado un espacio que complementará el centro hospitalario y que es lo que el espíritu de la fundación de Vidawasi es: Ciudad Vidawasi.
Un lugar con instalaciones como una villa para el voluntariado, el edificio de administración central, albergues familiares, su plaza principal y una capilla, entre otras instalaciones.
El proyecto Vidawasi ha sido declarado como prioritario, de interés público y de urgencia social por las municipalidades de Ollantaytambo y Urubamba.
Se espera que se construyan 9 pabellones en total, pero para fines del 2019 se proyecta una entrega de al menos 2 pabellones que servirán para iniciar la atención ambulatoria especializada.
El proyecto tiene el respaldo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el Hospital del Niño de Breña, el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, el Instituto Peruano de Energía Nuclear, entre otros.
Y como aliados internacionales tiene a el Hospital St. Jude de Estados Unidos, los hospitales Sant Joan de Déu y Puigvert de Barcelona, entre otros.
Además, también cuenta con el respaldo de la Santa Sede gracias al arzobispo de Cusco, monseñor Richard Alarcón quien abrió las puertas del vaticano a través de su comunicación con el nuncio apostólico, monseñor Nicola Girasoli.
Ambos lograron un decreto canónico que declara como custodia y protectora de Vidawasi a la Virgen María además de haber recibido la bendición del Santo Padre a través de la Secretaría de Estado del Vaticano.