Muchas wapas cuando eran pequeñas tenían esa idea que cuando estuvieran a la mitad de sus veintes tendrían un gran trabajo, una linda casa, y viviendo la vida bajo tus propias reglas. La cosa es que para la mayoría de nosotras, esto está bastante lejos de nuestra realidad, en especial cuando hablamos de dinero y la forma en que se esfuma de nuestras manos tan rápido.
Por eso hemos decidido ayudarte con 4 mitos que deberías dejar de creer y seguir al pie de la letra:
1 Mito: Tener una tarjeta de crédito es una terrible idea
Cuando nos dicen tarjeta de crédito, las rechazamos creemos que es satanas y no las aceptamos por nada del mundo, sin embargo existe una buena razón para tener una: y es la de construir un buen historial crediticio.
Lo que pasa es que si alguna vez solicitas un préstamo a alguna entidad bancaria y no tienes historial lo más probable es que te lo rechacen, la gran mayoría siempre opta por ver un reporte que respalde si eres responsable o no.
2 Mito: Serle fiel a una empresa te dará las mejores promociones
No mantienes una relación con tu banco, ni con la empresa de teléfono o de luz, asi que no temas a experimentar e irte a probar otras.
Es importante contratar en diferentes lugares para comparar y definir si realmente estas obteniendo las mejores promociones
Lo ideal es realizarlo una vez al año así puedes comprobar que estas gastando correctamente tu dinero.
3 Mito: No necesitas preocuparte por tu pensión hasta los 40
¡Falso! Lamentablemente nunca es demasiado temprano para pensar en tu futuro, mientras más antes empieces a ahorrar será mejor.
Analízalo de esta manera: si empiezas a horrar antes, más dinero acumularás, y así cuando tengas 40 no tendrás que preocuparte tanto y podrás disfrutar tranquilamente.
4 Mito: Los miembros de tu familia pueden afectar tu historial crediticio
No y tampoco te afectan las personas que vivieron antes que tú en el lugar donde vives y dejaron una deuda. No hace la diferencia tener parientes millonarios o en banca rota.
Recuerda que solo estas financieramente conectado a alguien siempre y cuando mantengan una cuenta en conjunto o apliquen al mismo crédito.