¿Por qué "hacerlo por detrás" le atrae tanto a los hombres?

Existen diferentes posturas sexuales que facilitan una penetración vaginal sensacional, sin embargo, el favorito de muchos hombres podría ser el sexo anal. Aunque para algunos puede sonar desagradable, para otros no, pues incluso les permite alcanzar fácilmente el clímax.

Existen muchos factores por el que un hombre tiene como favorito el ano para una penetración. Por ello, Wapa.pe te detalla, desde una visión psicológica, el por qué de esta preferencia.

La primera idea que podría ocurrirnos es que penetrar en un orificio pequeño les permite que sus sensaciones aumenten y que exploren roces en su pene, sin embargo, hay más que ello.

La psicología masculina señala que para ellos se vuelve casi un reto lograr llegar a este punto de la intimidad con su pareja, por lo que hacen lo “imposible” por convencerla y finiquitar una especie de fantasía, obteniendo lo “prohibido”.

Tener el control de todas las situaciones es muy importante para los hombres, por lo que este caso no es la excepción, al contrario, sentir empoderamiento sexual, los excita más y los hace mejores amantes.

Dar buen sexo oral significa usar todas las partes de tu boca. Algo tentador para probar, es lamer toda la longitud de su pene con la lengua ancha y plana. Si deseas hacer contacto visual mientras haces esto puede ser realmente excitante, muéstrale que también lo estás disfrutando.

Sabemos que la cabeza del pene es el área más sensible, ya que es donde están la mayoría de las terminaciones nerviosas (gracias, biología). Entonces, es una buena idea prestar atención en esta área. Intenta alternar chupando, girando la lengua y moviéndola ligeramente.

Sostener la base de su pene con tu mano, moverlo hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo que tu boca, puede ayudar a darle la sensación de profundidad, sin que sea incómodo para ti.

El trabajo abajo no solo tiene que ver con el pene, tus manos también pueden agregar placer de otras maneras. Intenta jugar suavemente con sus testículos, pasando tus dedos por la parte interna de los muslos o pellizcando sus pezones (si eso es lo que les gusta).