¿Tienes a un “cobarde” en tu vida? [VÍDEO]
Únete al canal de Whatsapp de WapaBien lo dice Yahaira Plasencia cuando canta desde lo más profundo de su corazón “Cobarde”, su más reciente tema. Si un hombre te echa la culpa de todos sus males y no sabe apreciar el amor que le das, debes estar decidida a olvidarlo, porque tu corazón no puede sufrir más.
Esta clase de sujetos son catalogados unos totales cobardes por muchas razones. El principal motivo es su egoísmo, el cual hace que su pareja pase a segundo término. Además, son muy buenos en fingir que son el indicado para que los idealices y te sea difícil después alejarte de él.
Por eso, una mujer inteligente como tú debe estar alerta ante cualquier comportamiento que evidencia que tu hombre es un cobarde. Atenta a estos indicios:
Busca, con excusas tontas, alejarse de ti
Romper la relación de forma indirecta es una de sus técnicas más usadas. Un hombre cobarde evitará verte la cara para decirte que no quiere verte más y, en su lugar, te manda mensajes por celular o alguna red social donde se excusará para no verte a cada cita pactada. Solo busca evadir responsabilidades, conflictos o dar explicaciones que necesitas.
Les gusta humillar con “bromas”
Son tan cobardes que suelen faltarles el respeto a sus parejas para no asumir su culpa. Ponen careta de fuertes, pero son tan débiles que caen en mentiras que tras personas dicen sobre su pareja de turno. Además, pueden e llegar a ser crueles con las bromas que emplean.
Su palabra no tiene peso
Estos tipos no saben lo que quieren y ni piensan en descubrirlo. No esperes a que te digan sus verdaderas intenciones porque intuyen que su pareja desea una relación con compromiso. Son estúpidos que envuelven, te engañan y te hacen creer que quiere una relación estable cuando solo quieren tener sexo y nada más.
Son manipuladores
Su especialidad es hacer sentir bien a su pareja, pero cuando ella lo contradice empiezan los problemas. Mueve todo a su favor para hacer creer que es la víctima y es quién está decepcionado. Cuando no tienen lo que quiere, sacan las garras o, mejor dicho, su verdadero yo.