Muchas veces las parejas en la etapa inicial del enamoramiento tienden a idealizar, aceptar y tolerar todo en la relación; sin embargo, con el paso del tiempo, esto puede generar grandes conflictos como engaños, separaciones o violencia, afectando su salud física y mental.
Vanessa Herrera, médica psiquiatra del Centro de Investigación en Salud Mental de la Universidad Cayetano Heredia, brindó algunos consejos para construir una relación de pareja sana emocionalmente y libre de violencia.
“Desde la infancia o adolescencia, muchas personas sobrevaloran la idea de amor romántico, donde creen ciertos aspectos que no son saludables para una relación. Por ejemplo, creemos que debemos dar, aceptar y tolerar todo, a pesar que no me siento bien conmigo misma”, dijo la psiquiatra en el programa Saludable Mente.
Otra razón común que genera conflictos en las parejas es seguir los modelos o mandatos transfamiliares, en los que la persona repite los errores que observó en las relaciones de sus padres o abuelos, las cuales pueden ser autoritarias, desiguales o asimétricas, generando dolor e insatisfacción.
Vanessa Herrera, quien escribió “Relaciones saludables de pareja. Guía de cuidado emocional y de prevención de la violencia”, señaló que hay ciertos estereotipos machistas que impiden crear una relación buena y saludable, donde se fomente un espacio de confianza y seguridad; estas ideas, además, impiden a ambos llevar a cabo sus proyectos de vida a largo plazo.
“Por eso es importante conocer nuestro enamoramiento, aunque sea un adolescente o adulto, aunque sea una relación del segundo o tercer intento, ya que podemos volver a enamorarnos en cualquier momento, pero siempre disfrutando de pleno desarrollo y de una vida digna en relaciones igualitarias”, añadió.
Según la especialista, desde la pandemia por la covid-19, las solicitudes de divorcio incrementaron significativamente, por lo que es importante priorizar la relación saludable de las parejas, a fin de cuidar la salud mental no solo de los enamorados, sino también del resto de la familia, en el caso de tener hijos.
Herrera detalló cuatro pasos importantes para resolver los conflictos de pareja y evitar relaciones tóxicas, donde lo esencial es el autoconocimiento, el autocuidado, la escucha activa y la comunicación asertiva.
El primer paso consiste en analizar tu relación. Debes reunirte con tu pareja y evaluar su nivel de comunicación, afecto, respeto y confianza. Este balance debe ser periódico y cotidiano, se debe intercambiar opiniones sobre la relación y establecer un tiempo prioritario de pareja
“Muchas veces cuando estamos estudiando en la universidad, estamos trabajando o ya tenemos hijos, es difícil priorizar el tiempo de pareja y creemos que con la convivencia la situación mejorará, pero no es así, la relación se desgasta junto con el afecto”, comentó.
El segundo paso es aceptar que existe uno o varios problemas y que estamos dispuestos a resolverlo. Según la terapeuta de familia, las mujeres, en su mayoría, son las primeras en buscar ayuda profesional, mientras que los hombres optan por hacerlo después de evidenciarse el conflicto, la separación o el engaño.
Como tercer paso, las parejas deben escuchar activamente las necesidades emocionales del otro, validando sus opiniones y entendiendo que cada problema es significativo.
La conversación debe ser horizontal, respetuosa y comprensiva. Por ello, recomendó a las parejas respetar los silencios, evitar descalificar al otro o minimizar el conflicto diciendo que es una exageración o un drama.
El cuarto y último paso es buscar alternativas de solución. Antes de llegar a un terapeuta, podemos tener un apoyo informal o reorganizar nuestra vida, si es que el problema radica en la falta de prioridad en mi relación.
“Vencer la rutina es un desafío sobre todo en relaciones de convivencia. Mientras que, en relaciones que ya han tenido un segundo y tercer intento es un doble desafío porque muchas de ellas repiten el modelo tóxico de la relación previa, sin tiempo para reflexionar y tomar terapia”, anotó.
Las parejas, así como en la vida individual, añadió Herrera, creen que lo pueden superar todo solas porque tienen estrategias propias de afrontamiento y, en general, han salido adelante en muchas situaciones similares.
Sin embargo, cuando la crisis se vuelve crónica, cuando hay problemas de comunicación severos e incluso bloqueos comunicacionales, donde las parejas ya ni se hablan, puede desencadenar en engaños, violencia, desempoderamiento, falta de confianza y respeto. Esta situación, junto a la crisis de la vida cotidiana, genera una sensación de infelicidad en la persona.
Ante esto, señaló que las parejas que toleran la dependencia y la sumisión, viven infelices con mucho dolor, ya que, el no resolver el conflicto provoca ansiedad, insomnio y pena, afectando su vida cotidiana y su salud mental
Con el objetivo de evitar, enfrentar o salir de una relación tóxica, la especialista recomendó acudir con un terapeuta de pareja al centro de salud mental más cercano, quien ayudará a resolver el conflicto y, si es lo mejor, llegar a una separación saludable, sin terminar en engaños, resentimiento u odio hacia el otro.
“Nosotros debemos aprender a respetarnos, a valorarnos y conocernos. Es esencial el autocuidado y el cuidado mutuo, solo así puedo validar a la otra persona y tener una relación saludable”, remarcó.