Las bajas temperaturas y las infecciones respiratorias como el coronavirus pueden acentuar los síntomas de un asma mal controlado o severo, advirtió el doctor Octavio Cubas Paredes, neumólogo del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud.
En el programa Salud y Bienestar en Andina Canal Online, el médico señaló que el asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que dificulta el paso del aire a través de los bronquios.
"Esta obstrucción se debe a la inflamación del tracto respiratorio, al exceso de mucosidad o a la contracción de los músculos que rodean los bronquios", indicó al brindar algunas recomendaciones sobre cómo actuar ante una crisis de asma.
El “cierre bronquial'' característico del asma hace que la persona tenga dificultad para respirar, falta de aliento, que sienta opresión en el pecho o tos. Aunque la enfermedad no tiene cura, se puede controlar, la mayoría de las veces, de forma satisfactoria, indicó el neumólogo.
Un ataque asmático ocurre cuando el paciente empieza a descompensarse. La crisis puede ser muy leve -con incrementos de tos y de flema- o severa, como para recurrir a cuidados intensivos. En cualquiera de los casos, el especialista recalcó la importancia de tener un diagnóstico definido para que empezar un tratamiento individualizado.
Según Cubas Paredes, el tratamiento general para el asma es de tipo inhalatorio, el cual produce la broncodilatación y mantiene el bronquio desinflamado, a fin de que el paciente no vuelva a recaer.
“Si no hay cierre bronquial, entonces el paciente no tendrá síntomas. Este control se puede alcanzar con la terapia inhalatoria y, una vez que el paciente está totalmente controlado y lleva su terapia de forma regular y permanentemente, no debería ponerse mal”, añadió.
Sin embargo, señaló que las bajas temperaturas por el cambio de estación han incrementado los casos de infecciones respiratorias de tipo viral, lo que puede provocar que un paciente asmático vuelva a tener los síntomas y terminar en una crisis.
Si una persona asmática que está recibiendo tratamiento de forma regular, empieza a tener un ataque, debe usar inmediatamente su inhalador broncodilatador de acción corta.
“Estos inhaladores abren el bronquio entre 4 y 6 horas y puede ser suficiente para controlar una crisis leve. Pero si la crisis es más intensa, entonces el paciente requiere atención médica inmediata”, precisó.
El médico especialista combatirá este tipo de crisis con medicamentos antiinflamatorios, que pueden ser en jarabes, pastillas o inyecciones, durante una semana o 10 días, hasta que el paciente pueda volver a su ritmo de tratamiento regular.
Es importante resaltar que el asma no mata a la misma escala que otras enfermedades crónicas, pero puede ser mortal si no se utilizan los medicamentos adecuados o no se cumple el tratamiento prescrito.
“Hay que eliminar ese temor de que el paciente será dependiente del inhalador porque no es así. Lo mejor es llevar un control y una guía de un profesional que sepa cuándo poner y cuándo quitar la medicación”, agregó.
Uno de los principales problemas para los padres con hijos pequeños con asma es el uso correcto de los inhaladores. Al respecto, el especialista indicó dos alternativas que se usan generalmente en infantes.
“La primera es la nebulización y la otra es el inhalador con uso de aerocámara (se dispara dentro de la cámara y luego lo inhala)”, señaló.
Esta medicación debe mantenerse de forma regular para eliminar todos los síntomas, con el objetivo de que el niño lleve una vida completamente normal.
“Muchos de los padres dicen 'si ya no tiene nada para qué le va a dar más', lo cual es erróneo. El niño no tiene síntomas porque está con medicación. No deje de darle hasta que el médico la suspenda”, exhortó.
También, añadió, es necesario que los padres soliciten al médico especialista la información detallada sobre el tratamiento, la duración y el uso correcto de sus medicinas para una rápida recuperación.
“Al inicio de los cambios de temperatura empezamos con la medicación antiinflamatoria con broncodilatadores, pasa el cambio de temperatura y el niño seguirá llevando su medicación por algunos meses, y como no es severo ni moderado, entonces retiramos el inhalador para los meses de calor”, explicó.
Cabe resaltar que el diagnóstico de asma incluye un espasmo en el músculo del bronquio que hace que este se cierre, pero este músculo no se forma hasta los 4 años de edad. Por ello, en niños y niñas menores de 4 años, se conoce a este cuadro no como una crisis de asma, sino como una bronquiolitis.