A la fecha, existe más de una vacuna aprobada que busca protegernos contra la COVID-19. En ese sentido, muchas personas dudan sobre la eficacia o prefieren que les coloquen una dosis frente a otra distinto laboratorio. ¿Cómo sabe si una vacuna es más efectiva que otra?
En primer lugar, debemos recordar que la eficacia de una vacuna no determina su efectividad. Las vacunas usualmente pasan por cuatro frases de prueba en el que se determina la cantidad de dosis, métodos de administración, producción de anticuerpos, entre otras variantes.
En la fase 3 recién podemos medir que tan segura es la vacuna. Sin embargo, debido a que la información es nueva y cambiante, pueden aparecer datos cruciales durante el proceso.
La eficacia de la vacuna se mide con la vigilancia de los voluntarios, para evaluar los efectos en quienes recibieron placebo y los que no. Del mismo modo, se debe mantener un control de las personas vacunadas dentro del lapso estipulado. Debido a que es una enfermedad poco conocida es complicado determinar cuál es la mejor vacuna. No debemos olvidar que todas fueron creadas con un mismo objetivo: reducir la mortalidad y prevenir el contagio de la COVID-19.
Algunas veces nos puede confundir el porcentaje de eficacia de la vacuna. Por ejemplo si una vacuna es de 90%, no significa que de 10 vacunados solo 1 se enferme. Lo que explica ese porcentaje es la probabilidad de desarrollar complicaciones por la COVID-19 en las personas vacunadas, es decir, disminuye en un 90 % en comparación con las no vacunadas.