El Servicio de Psiquiatría del Hospital Guillermo Almenara comunicó que se detectó un incremento del 50% en los trastornos de conducta de niños o adolescentes durante la pandemia de la COVID-19, debido a factores externos como el aislamiento social.
Juan Carlos Ocampo, médico del área, explicó que el grupo etario está experimentando un incremento de los trastornos de conducta en general y que el que más llama la atención por la recurrencia en las consultas es el trastorno oposicionista desafiante (TOD), ya que, de cada 10 consultas, dos son de este tipo.
El especialista explicó que el TOD es un patrón característico por presentar conducta de confrontación y resistencia a las figuras de autoridad, generalmente padres o maestros, lo que puede generar climas de tensión.
“Este trastorno oposicionista está acompañando de otra sintomatología. Suelen ser niños inquietos coléricos, que su frase común es ‘no quiero, no lo hago’, y permanentemente con el ‘no’ confrontan a los padres o a los profesores”, precisó por medio de un comunicado de EsSalud.
Por otro lado, detalló que existen tres tipos de trastornos de conducta en niños y adolescentes: el trastorno disocial, cuando una persona altera la norma o presenta conductas más graves como robar, mentir o causar daño; el trastorno explosivo intermitente, experimenta una reacción como ráfagas, con altos estallidos emocionales que duran poco espacio de tiempo; y el TOD.
Ocampo, además, afirmó que el ambiente influye de manera directa, ya que puede perpetuar, extinguir o acentuar ciertos comportamientos. En tal sentido, recalcó que cambios como el confinamiento, el aislamiento, el miedo y la reagrupación de grupos familiares pueden precipitar conductas problemáticas y exacerbar el trastorno oposicionista desafiante.
El especialista recomendó que, de observar estos comportamientos como un patrón regular por más de seis meses, se lleve al menor a un especialista para empezar un tratamiento y evitar conductas lamentables.