El alcalde de Moscú manifestó su preocupación por la lentitud en la vacunación contra la COVID-19 en la capital rusa, por la negativa de muchos de sus habitantes a recibir el antídoto, del que hay abundantes dosis disponibles.
"La gente continúa enfermando, la gente se muere y no quiere vacunarse", exclamó Serguei Sobianin durante una reunión con ciudadanos de la capital la semana pasada, de la que se difundió un video este viernes en su página web.
"Es desolador, pues hace casi seis meses que no hay restricciones a la vacunación", recordó. Moscú lanzó su campaña de vacunación contra la COVID-19 con el inmunizante Sputnik V en diciembre y rápidamente extendió el acceso a todas las capas de la población.
Se abrieron centros de vacunación por toda la ciudad, incluso en centros comerciales y parques, pero solo 1,3 millones de moscovitas acudieron a vacunarse, es decir, un 10% de la población oficial.
En toda Rusia, se administraron 25 millones de vacunas, según el portal web Gogov que, en ausencia de datos nacionales diarios, compila los recabados por multitud de fuentes oficiales y de prensa para evaluar cómo avanza la vacunación en el país, de más de 146 millones de habitantes.
De acuerdo a esa página web, solo 10,4 millones de rusos recibieron las dos dosis del inmunizante.
Un sondeo del instituto Leva realizado en abril apunta que el 62% de los encuestados no prevé vacunarse, una actitud que podría explicarse por el arraigado sentimiento de desconfianza de gran parte de la población hacia las autoridades.
Sin embargo, Rusia es uno de los países más afectados por la pandemia. Según la agencia de estadísticas Rosstat, hasta finales de marzo se habían contabilizado cerca de 250.000 decesos por COVID-19, un balance dos veces superior al que el gobierno había difundido por aquel entonces.