De cada 10 pacientes que ingresan a UCI por COVID-19 grave en el hospital Guillermo Almenara, 5 presentan escaras, de los cuales 3 son de estado grave, es decir, ulceras por presión de grado 4, precisó EsSalud.
Roxana Manco, médica del Servicio de Geriatría de dicho nosocomio, detalló que las lesiones se encuentran con mayor frecuencia en aquellos pacientes que han estado mucho tiempo en UCI-Covid o en hospitalización a causa de la enfermedad, mayormente en posición boca abajo.
“Vamos a encontrar que estos pacientes están hasta 18 horas en dicha posición, lo que genera presión prolongada en zonas como la frente, nariz, pabellón auricular, en la zona de las mamas, codos, genitales, en el dorso y dedos de los pies”, detalló la médica.
Manco, además , precisó que dependiendo de la posición en la que se encuentre el paciente la mayor parte del tiempo, las escaras podrán tener un nivel de gravedad que va del 1 al 4.
En ese sentido, explicó que los adultos mayores con desnutrición, anemia, inmunidad baja, neoplasias y deshidratación por fiebre persistente, tienen mayor tendencia a desarrollar úlceras por presión en su fase más compleja.
Señaló que se utiliza un sistema de clasificación para describir la gravedad de las úlceras de presión. En esa línea, una escara de primer grado, es el tipo más superficial. El área de la piel afectada aparece de color rojizo. La piel permanece intacta, pero puede doler, picar y resultar bien tibia y mullida o bien dura al tacto.
En el segundo grado, parte de la superficie externa de la piel (la epidermis) o la parte más interna de la piel (dermis) resulta afectada, lo que provoca una pérdida parcial del tejido cutáneo. La úlcera se presenta como una herida abierta. En el tercer grado, la pérdida de piel se produce en todo el grosor de la misma.
Finalmente, el cuarto grado es el tipo de úlcera más grave, ya que no solo se afecta la piel, sino que también compromete otros tejidos, como tendones, músculo y hueso, que pueden resultar dañados.