El Seguro Social de Salud (EsSalud) alertó la falta de oxígeno en pacientes con COVID-19 puede causar hipoxia cerebral, que es la disminución de oxígeno en el cerebro, que si no es corregida a tiempo desencadena una anoxia cerebral que lleva a la muerte de este órgano.
La Dra. Inés Sáenz, jefa del Servicio de Anestesiología del Hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud, señala que la hipoxia cerebral se produce tras ocurrir un accidente cerebrovascular, atragantamiento o paro cardio respiratorio (PCR) que interrumpa el paso del oxígeno al cerebro.
Los síntomas incluyen reducción de la memoria a corto plazo y la capacidad de aprender cosas difíciles. También, puede llevar a la desorganización de la capacidad cognoscitiva, la aceleración del ritmo cardíaco y la aparición del colorante azul en la piel.
Del mismo modo, la Doctora Sáenz refiere que si el cerebro deja de recibir oxígeno por cuatro minutos, se produce un daño cerebral permanente que ocasiona la muerte de las neuronas o un gran porcentaje de ellas, provocando su muerte.
“Las células del cerebro son extremadamente sensibles a la falta de oxígeno. Algunas comienzan a morir minutos después de interrumpirse el suministro de oxígeno, como resultado, la hipoxia cerebral puede causar rápidamente la muerte o grave daño cerebral”, dijo.
La especialista señala que la hipoxia cerebral se presenta en pacientes diagnosticados con COVID-19 severo, que saturan por debajo de 86 y acusan una disminución de la concentración de oxígeno a nivel de la sangre, produciéndose daño cerebral.
La doctora Inés Saénz añade que cuando una persona es diagnosticada con coronavirus, lo primero que tiene que hacer es conseguir un oxímetro y anotar cuánto registra su saturación en la mañana y en la noche. Si no hay variación en las cifras del oxímetro se puede estar tranquilo; en caso contrario hay que buscar inmediatamente la ayuda de un médico.
Según la especialista hay cuatro tipos de hipoxia cerebral: la Hipoxia cerebral difusa, que es cuando un nivel limitado del oxígeno en la sangre ocasiona una moderada reducción en la función del cerebro.
Además, la isquemia cerebral focal, que ocurre cuando un vaso sanguíneo cerebral se cierra por un coágulo, tal como un aneurisma, un trombo o una embolia. En muchos casos el flujo sanguíneo es interrumpido por una isquemia cerebral focal que implica la obstrucción de la arteria cerebral central.
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Asimismo, está la isquemia cerebral global, que se refiere a la reducción severa del flujo de sangre a las áreas dispersas del cerebro, por ejemplo, en casos del fallo cardiaco.
Finalmente el infarto cerebral masivo, ésta es una forma peligrosa del recorrido isquémico causada por el flujo de sangre reducido que priva de oxígeno a áreas múltiples del cerebro.