Los lentes se usan durante 60 a 90 minutos por día para corregir la miopía, aunque la empresa japonesa Kubota no detalló durante cuántos meses o años se tendría que usar para ver los tan deseados resultados.
Recibir un diagnóstico de miopía equivale a prepararse para usar anteojos o lentes de contacto toda la vida, o someterse a cirugías para corregirla. O equivalía, de acuerdo con la empresa japonesa Kubota, dedicada al campo de la visión, que espera comenzar a vender en Taiwán, Singapur, Hong Kong, Tailandia y Malasia sus anteojos que prometen terminar con el estiramiento de la pared posterior del ojo que causa esta condición por la cual no se pueden distinguir con nitidez los objetos a larga distancia.
Los lentes Kubota son un prototipo que espera lograr la escala comercial en Asia en la segunda mitad de 2021. El wearable se usa frente a los ojos, como unas gafas comunes, de 60 a 90 minutos por día para corregir el error de refracción que causa el defecto. Los anteojos proyectan una imagen fuera de foco desde la unidad hacia la retina del usuario, que funciona como un ejercicio que, de acuerdo con un estudio del laboratorio, "reduce la longitud del eje" que va de la córnea a la retina y hace que los objetos distantes se vean borrosos.
Por el momento no se conocen más detalles, entre ellos cuestiones claves como cuántos días, o meses o años hay que usar el dispositivo para controlar la miopía ni cuánto tiempo dura el efecto de corrección. Mientras inició un ensayo clínico en los Estados Unidos, la empresa se dispone a comercializar los lentes "primero en Asia, que tiene una tasa alta de gente miope", dijo en un comunicado Ryo Kubota, presidente de la empresa.
En la población de 20 años o menos, el 96% de la gente de Corea del Sur, el 95% de la de Japón, el 87% de la de Hong Kong, el 85% de la de Taiwán y el 82% de la de Singapur sufren de miopía, detalló el documento. En el mundo hay unos 2.560 millones de personas con esta dificultad y se estima que en 2030 habrá unos 3.400 millones.
La miopía progresa a medida que el eje longitudinal del ojo aumenta, hasta los veintitantos años, cuando se detiene. Incrementa el peligro de desarrollar enfermedades graves para la vista como la maculopatía miope, el desprendimiento de retina y el glaucoma.
Por ello, Kubota comenzó los ensayos clínicos de sus anteojos en 2020 y también está desarrollando —sin que haya fecha de comienzo de estudios— un dispositivo similar a los lentes de contacto para controlar la miopía.