La estenosis de la arteria renal es una patología que consiste en la reducción o estrechamiento de una o más arterias renales, las cuales son las encargadas de transportar y distribuir la sangre en los riñones.
La reducción de dichas arterias evita que los riñones reciban las cantidades adecuadas de sangre y oxígeno, necesarios para realizar sus funciones como el filtrado y eliminación de líquidos excedentes.
Además, la reducción del flujo de sangre podría ocasionar otros problemas como el aumento de la presión arterial en todo el organismo (presión arterial sistémica e hipertensión), lo que podría ocasionar que los tejidos de los riñones terminen afectados.
Un de los riesgos de esa afección es que precisamente puede no presentar síntomas al inicio, y cuando se presentan es porque ya se trata de la enfermedad avanzada.
Según Mayo Clinic, la mayoría de las personas con estenosis arterial no presentan ningún síntoma, incluso, es común que la patología se detecte de manera accidental en una revisión o estudio de rutina o de otra enfermedad.
Sin embargo, es posible que los doctores o especialistas puedan concluyan que la enfermedad se ha presentado cuando observan alguno de los siguientes aspectos:
-Cambios repentinos de la presión arterial, generalmente enfocada en un aumento, y que empeora sin alguna explicación en específico.
-Presión arterial alta en personas jóvenes, mayormente de 30 años, o bien, después de los 50.
Es importante indicar que, en la medida que la estenosis arterial va en crecimiento, los síntomas también lo hacen, por lo que es común observar que los pacientes tengan nuevas complicaciones o signos como los que se mencionan a continuación:
-Presión arterial muy elevada y difícil de controlar.
-Un silbido identificable en los vasos sanguíneos estrechos, conocidos también como soplos, el cual es se puede escuchar cuando el médico coloca un estetoscopio sobre los riñones.
-Se ha encontrado también que una estenosis arterial en etapa avanzada produce una expulsión de orina con una elevada cantidad de proteína, lo cual es considerado como una función renal anormal.
-Sobrecarga o retención de líquidos en el cuerpo, que trae consigo un estado de inflamación o hinchazón en distintos tejidos del cuerpo.
Hay dos causas principales que originan este patología:
Ateroesclerosis de las arterias renales:
Es cuando las arterias acumulan grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes. Es usual que conforme aumenten los niveles de estas sustancias, también se vaya afectando la circulación y el flujo sanguíneo. Además, se estima que la mayoría de los casos de la enfermedad se da por aterosclerosis.
Displasia Fibromuscular:
Es cundo el músculo de la pared arterial crece de manera anormal o desproporcionada, es decir, las arterias pueden tener algunas partes más angostas y otras más anchas.
Aún no existe ensayos que expliquen por qué se da este fenómeno, pero se ha observado que es más común en las mujeres que en los hombres.