A raíz del inicio de la pandemia, uno de los grupos humanos que está en constante exposición a dispositivos digitales como celulares, laptops o televisores son los jóvenes ya sea por motivos académicos, laborales o por ocio. Sin embargo, el uso por largas horas de estos aparatos podría generar algunas complicaciones en la salud ocular.
Para el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, las principales complicaciones que padecen los jóvenes que están frente a pantallas son el cansancio visual, visión borrosa, dolor de cabeza, ardor ocular, ente otros.
"El estar expuestos a dispositivos podría estimular la aparición de miopía en jóvenes que anteriormente no manifestaban indicios. Por lo que es necesario que se realicen de manera periódica chequeos oftalmológicos con un médico oftalmólogo para que pueda evaluar cualquier molestia", precisó.
Asimismo, un punto importante y que no tiene la prioridad debida es que si el joven es usuario de lentes de medida estos deben estar actualizados. Si su agudeza visual ha cambiado y sigue utilizando anteojos con una medida antigua puede generar posibles dificultades al momento de forzar la visión en el uso de aparatos o incluso al realizar simples actividades como leer.
Otro efecto que causa el uso de equipos electrónicos es la alteración de las horas de sueño. Si se usan dispositivos electrónicos en la noche, luz azul que emiten los mismos hace que el cerebro interprete que es día, por lo que este se mantiene alerta y la persona no puede conciliar el sueño.
Por ello, es preferible que los jóvenes no se vayan a dormir usando dispositivos electrónicos, pues de lo contrario, pueden quedarse despiertos hasta altas horas de la noche, disminuyendo el necesario tiempo de descanso.
Una persona parpadea usualmente 15 veces por minuto, pero si está expuesto a equipos electrónicos el parpadeo baja a 5 veces por minuto, por el estado de concentración que requiere. Por eso, es fundamental parpadear para que los ojos se lubriquen y por consecuencia no tengan molestias como sensación sequedad ocular o ardor.
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El uso de las lágrimas artificiales también es clave para evitar dichas incomodidades. Su aplicación debe ser antes de iniciar con las actividades frente a los dispositivos e ir aplicando nuevamente cada 2 o 3 horas, dependiendo de la necesidad que manifieste la persona.