Muchos hemos escuchado sobre los beneficios del limón y la miel y aunque algunos aseguran que al juntarlos producen grandes cambios en nuestra salud, lo cierto es que cada día son más las personas que optan por los remedios caseros y la medicina natural.
Recordemos que el clima en nuestra localidad está cambiando y de estar en una temporada de calor, el frío por las noches ya se sientes. No es novedad que empecemos a usar medias, ropa más abrigadora e incluso pensar en sacar las frazadas.
Tampoco es novedad que en estos días, muchos estemos sufriendo de algún resfrío, dolor de garganta e irritación, es ahí donde las propiedades del limón y la miel hacen su mayor esfuerzo.
A pesar que no hay un estudio científico que demuestre que al juntarlos da una eficaz inmediata, lo cierto es que miles de personas que han sufrido de algunos malestares leves en la garganta, lo han podido controlar gracias a este remedio casero.
Pues la receta es muy sencilla. En una taza colocar una cuchara de miel y exprimir un limón.
Calentarla por unos segundos en el microondas y beberla por las noches por tres días seguidos.
Otros recomiendan repetir este ejercicio por las mañanas en ayunas.
Una vez de haberlo consumido, evitar las corrientes fuertes de aire o beber agua fría.
El jugo de limón y la miel pueden combatir las bacterias y microorganismos que causan gripes, resfriados, dolor de garganta y muchos otros problemas de las vías respiratorias. Estos dos ingredientes forman un excelente jarabe para darle la batalla a estas molestias de salud.
No olvides que la miel con limón no cura infecciones respiratorias, sólo tiene efectos en los síntomas.
Potencial antibacteriano.
Fuente natural de antioxidantes.
Endulzador primario.
Contiene proteínas.
Potencial hidratante.
Favorece la digestión.
Tratamiento de heridas y quemaduras.
Alivia la tos y el dolor de garganta.
Ayuda a mantenerse hidratado
Evita la oxidación
Proporciona una dosis saludable de vitamina C
Refuerzan el sistema inmunológico
Es una fruta curativa por excelencia, porque nos aporta vitaminas, elimina toxinas y es un poderoso bactericida, por lo que la OMS recomienda su consumo regular.
Recuerda que siempre es bueno consultar con el médico especialista y no olvides que la medicina natural siempre será alternativa y no reemplazante frente a un tratamiento médico.