Las enfermedades más comunes que viven las personas mayores son problemas al corazón y de los huesos, una relación bastante estrecha por el que también se han perdido la vida de las personas. Pero, ¿sabías que este vínculo tiene una relación en la salud que pocos conocían?
De acuerdo a un estudio científico realizado por la Universidad de Texas (Estados Unidos) y publicada la revista Microcirculation y compartido en el portal TN, sostiene que los conductos sanguíneos que hay dentro de la médula ósea pueden convertirse progresivamente en hueso con el paso de los años.
Sí, así como lo lees. Esta nueva afirmación parece difícil de creer, pero para llevar a esta conclusión, la científica Rhonda Prisby, realizó un examen de los vasos sanguíneos y se obtuvo como resultado que tienen “partículas similares a huesos en la circulación periférica”.
Asimismo, estos hallazgos del estudio científico apuntan que las partículas osificadas pueden contribuir a enfermedades como: calcificación vascular, ataque cardíaco, ataque cerebrovascular, suministro inadecuado de sangre a las extremidades.
"Al examinar imágenes aparentemente no relacionadas y vincular los detalles de ellas, pude plantear la presencia de partículas parecidas a huesos en la sangre. De hecho, algunas son lo suficientemente grandes como para obstruir los vasos sanguíneos más pequeños”, explica Prisby.
“Algunas tienen aristas puntiagudas que podrían dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos. Esto podría desencadenar eventos que conducen a la aterosclerosis (acumulación de placa), lo que puede restringir el flujo sanguíneo con el tiempo”, añadió la investigadora.
Tras este nuevo descubrimiento, la ciencia médica tendría más oportunidad de detectar y tratar afecciones potencialmente mortales. "Al buscar etiologías relacionadas con la calcificación vascular, ataque cardíaco y/o accidente cerebrovascular, quizás deberíamos considerar si las partículas osificadas contribuyen a estas enfermedades y cómo lo hacen. Mi laboratorio examinará estas posibilidades”, concluyó.